Varios kamikazes atacaron este domingo una refinería de gas al norte de Bagdad y dejaron al menos siete muertos y varios incendios en los depósitos de gas, indicaron fuentes oficiales, en un atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Ocho integrantes de la agrupación yihadista se introdujeron en las instalaciones de la refinería de Taji, situada a 20 kilómetros al norte de Bagdad, e hicieron estallar un carro bomba en una de sus entradas, según un comunicado del portavoz del Ministerio del Interior, Saad Maan.
Algunos de los asaltantes hicieron estallar sus cinturones de explosivos y otros murieron por disparos, añadió.
El ataque, que se produjo a las 6 a. m., hora local, dejó siete muertos y 22 heridos.
Según el Gobierno iraquí, el EI controla en la actualidad el 14 por ciento del territorio del país, frente al 40 por ciento que tenía en su poder en 2014.
Pese a ello, el grupo yihadista ha intensificado sus ataques detrás de las líneas del frente, llevando a cabo atentados con sus comandos suicidas.
El sábado, al menos cinco personas, tres civiles entre ellas, murieron en un ataque del grupo EI en una ciudad de la provincia de Al Anbar, en el occidente de Irak. Los atacantes, algunos de los cuales llevaban cinturones explosivos, entraron en Amriyat al Faluya, una localidad controlada por las fuerzas gubernamentales situada unos 50 kilómetros al suroccidente de la capital iraquí.
Por otra parte, las fuerzas del régimen sirio recuperaron el control del hospital Al Asad y de edificios aledaños en la entrada de la ciudad de Deir al Zur, tomados el sábado por el grupo EI.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los combates por el dominio del complejo causaron al menos 35 muertos en las fuerzas gubernamentales y 24 en las yihadistas.
AFP Y EFE
Bagdad y El Cairo