En aparentes buenas condiciones de salud, menos peso y afectada emocionalmente tropas del Ejército hallaron en un paraje del corregimiento Guamalito, en El Carmen (Norte de Santander), a la abogada Melisa Trillos que el 20 de abril pasado había sido secuestrada en Ocaña.
Yebrail Haddad, secretario de Gobierno de Norte de Santander, le confirmó a EL TIEMPO que la joven profesional, de 25 años de edad, fue rescatada por tropas de la Segunda División y un grupo especial de la Policía que llegaron hasta el lugar donde dos hombres la mantenían.
A la 1 a.m Trillos llegó a Cúcuta a la sede de la Brigada 30 donde manifestó que no sabía en qué lugar la mantuvieron cautiva.
“Para mí esto fue una pesadilla, pero gracias a Dios y a la Virgen de Torcoroma ya pasó. Agradezco a mi familia, la comunidad de Ocaña y al Ejército porque yo sé que me estaban buscando, sentía que lo estaban haciendo. Ya quiero ver a mi familia porque fueron 25 días de secuestro. Me trataron bien pero no sé cuál grupo me tenía porque nunca me hablaban y siempre tenían el rostro encapuchado (cubierto)”, dijo la abogada.
El presidente Santos confirmó el hecho la noche del sábado a través de su cuenta en Twitter.
Rescatada por @COL_EJERCITO Melisa Trillos secuestrada por ELN en Norte de Santander. Un capturado. Felicitaciones a nuestros héroes!
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 15 de mayo de 2016
“Fue capturado un presunto secuestrador con un arma y otro huyó”, agregó el funcionario.
La joven había sido abordada la noche del miércoles 20 de abril por tres hombres armados, quienes la forzaron a subirse a un Montero Mitsubishi de color rojo y la llevaron con rumbo al municipio de Convención, en esa misma región del Catatumbo.
El rapto se produjo cuando la mujer se encontraba en la estación de servicio La Torcoroma, propiedad de su padre Luis Trillos Vergel, reconocido comerciante de esa población. Y es que otros hechos de violencia también han marcado los primeros cien días de este 2016 en la zona del Catatumbo.
La sombra del terror cubre esa región. Un saldo de por lo menos 30 personas muertas, entre civiles y militares, en lo que va del año, ha disparado las alertas de las organizaciones sociales que ven con preocupación el actual panorama de orden público en los municipios de ese territorio.
A la alarmante cifra de homicidios, se le suman otras situaciones como el aumento desmesurado de cultivos ilícitos, las amenazas y las desapariciones forzadas, entre ellas, la del líder comunal del corregimiento La Gabarra, Henry Pérez, ocurrido hace tres meses.
Hace tres días desconocidos secuestraron en Labateca al comerciante Francisco Pinto, del que se desconoce su paradero y quién lo mantenga plagiado.
Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, señaló que la situación de orden público e inseguridad que se vive en el Catatumbo es “muy grave”.
Inclusive, el defensor de Derecho Humanos, dijo que esa región en la actualidad, es quizá, la más complicada en materia de seguridad y de afectación a la población civil en el país, por encima de otras regiones como Putumayo, Cauca o Nariño.
Según explicó, hay una situación muy compleja en el municipio de Ocaña que junto a Tibú son las dos puertas de entrada al Catatumbo, así como las dos rutas más importantes de salida de la droga que se está procesando en esa región. Es por ello que, en medio del inusitado crecimiento de cultivos ilícitos que se está registrando, estos centros poblados, concentran la presencia de grupos armados ilegales, bandas criminales y narcotráfico.
Organismos internacionales como la ONU también han advertido que la situación de violencia en ese territorio está vinculado al proceso de reorganización de grupos al margen de la ley como las guerrillas del Eln, Epl y las bandas criminales, en la búsqueda del control de economías ilícitas como los sembrados de coca, especialmente cuando se prevé la salida de las Farc de ese negocio.
BUCARAMANGA