El expresidente liberal César Gaviria lanzó este sábado duros dardos contra diferentes sectores, entre los que se cuentan el vicepresidente Germán Vargas, el procurador, Alejandro Ordóñez, la canciller, María Ángela Holguín, el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Juan Manuel Santos.
Sobre Vargas Lleras, el exmandatario liberal afirmó que “parece más un potro cerrero que un brillante estadista” y que al presidente Santos no le va a ser fácil “acabarlo de amansar”.
“Hice política al lado de su abuelo, don Carlos Lleras, un gran presidente y un señor bravo y cascarrabias. De allí le vienen a Vargas Lleras esos ímpetus a veces incontenibles para conseguir sus objetivos”, dijo Gaviria.
En este sentido, el expresidente liberal reiteró que su Partido tendrá “candidato propio” para los comicios del 2018, el cual, según él, sería elegido mediante una “consulta popular”.
De Santos dijo que “hay muchos aspectos” de su gobierno “donde no vemos el ímpetu reformista que siente hoy el liberalismo”.
No obstante, también tuvo palabras de elogio para el jefe de Estado. Dijo que siente “satisfacción” de que un mandatario de “estirpe liberal culmine la tarea de cerrar el ciclo de la Constitución del 91, que volvió a legitimar al Estado en el ejercicio de la autoridad y en su deber básico de proteger a los colombianos”.
“El legado que usted nos deja –le dijo Gaviria a Santos– es el cerrar un proceso que tiene el respaldo de toda la comunidad internacional, de todos los gobiernos del mundo, del papa Francisco, del presidente Obama y de los dos partidos de la política estadounidense, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de su Secretario General y que cumple con todos los estándares de verdad, justicia, reparación y reconciliación”.
El turno para Uribe
Gaviria también se refirió a la invitación del expresidente Uribe a una resistencia civil ante la firma de los acuerdos de La Habana. Sobre esto, el expresidente liberal afirmó que “ojalá” esta figura no se preste “a los equívocos que se originaron en su gobierno cuando habló del estado de opinión como una amenaza contra las instituciones”.
Y en esta misma línea, la emprendió contra el procurador Ordóñez, duro crítico del proceso de paz.
“Qué mal se le ve al señor Procurador repetir monsergas para estimular su candidatura presidencial y no para guardar nuestro ordenamiento jurídico. Y le recuerdo que en Colombia quien puede hablar de consecuencias penales del Presidente son los jueces penales, la Corte Suprema y el Fiscal. Que yo sepa aún no lo hemos coronado como emperador”, afirmó.
En una parte de su discurso, dijo que sabe que no pertenece a esa “vieja aristocracia con su frivolidad y su sentido de superioridad; es tal vez por lo que sistemáticamente recibo mal trato de la señora Canciller, sin razones que estén al nivel de mi comprensión”.
“Tal vez sea para ella un simple provinciano, expresión con la que tantas veces se me descalificó en mi carrera política, pero de la que me siento orgulloso”, afirmó.
El jefe liberal también habló de su reunión con Santos y el codirector del liberalismo, Horacio Serpa, alrededor de la terna para elegir Fiscal General.
En relación con esta, dijo que sus “eventuales contradictores han montado una tormenta en un vaso de agua, con cierta connivencia de algunos periodistas”.
Gaviria también dijo que ha llegado el punto en que sus “sugerencias, hechas de la manera más respetuosa, no son consideradas, ni siquiera merecen atención y aun molestan, así estén adornadas de un trato amable y cierta benevolencia”.
“Mi presencia en esos parajes de la Casa de Nariño parece hoy incómoda, irrelevante y tal vez leída como una pretensión de cogobernar, algo ajeno a mi intención. Tengo la piel dura, pero me cansé de solo recibir palo porque bogas y palo porque no bogas. Y que el Presidente y su entorno estén seguros de que no está en mis planes arrebatarles ninguna gloria ni competir con una autoridad que para mí es indiscutible”, dijo.
Al caer la noche el presidente Santos le envió un mensaje a Gaviria por Twitter: “Gracias Pdte. Gaviria por sus palabras y apoyo en Convención Liberal. Su presencia en Casa de Nariño nunca es incómoda y siempre bienvenida”.
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