Aunque no se encuentra en la temida lista Clinton, la cadena de perfumerías y artículos La Riviera (Colombia) tendrá pronto días decisorios.
Tras la revelación de la inclusión de algunos integrantes de la familia Waked la semana pasada en dicha lista, los efectos de la noticia fueron inmediatos localmente.
Por ejemplo, los sistemas de pago, Credibanco y Redebán, a través de los cuales se reciben tarjetas de crédito, como Visa y MasterCard, bloquearon los datáfonos de la cadena, que tuvo que empezar a recibir solo pagos en efectivo.
Esta disminución en la circulación de clientes y el anuncio mismo de acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra dos integrantes de los Waked movió también las alarmas de la Superintendencia de Sociedades, que aceleró la solicitud de información ante un temor de insolvencia de las compañías en el país.
Sin embargo, la entidad no ha tomado medidas excepcionales ni ninguna disposición de vigilancia especial sobre La Riviera, ni se observan problemas financieros.
Los registros públicos indican que el único accionista de La Riviera S.A.S. (Colombia) es Moegi Internacional, sociedad panameña.
En medio de ello, entre los 1.171 empleados de La Riviera hay temor sobre el futuro de la marca o una posible intervención de la Fiscalía, aunque por ahora no se ven indicios sobre el tema.
Por otra parte, EL TIEMPO envió un correo electrónico durante la semana al departamento de comunicaciones de Punto Fa, dueño de la marca de almacenes Mango en España, con la que la Riviera acaba de firmar un acuerdo de operación de la franquicia en Colombia, pero no fue respondido, a pesar de que dijo que lo haría.
Sin embargo, una fuente que se identificó como vocero de MNG dijo telefónicamente que sigue en firme el acuerdo con La Riviera porque esta compañía no está incluida en la lupa de autoridades estadounidenses.
Como se recuerda, La Riviera recientemente fue protagonista en la disputa por la representación de Mango en Colombia.
El escándalo estalló en febrero, cuando Mercadeo & Moda S.A.S., entonces agente comercial de la marca y controlada por el Grupo Uribe, demandó a Mango España por presunta competencia desleal al realizar un acuerdo de representación con dicha cadena, y sacarla.
El portal empresarial www.losdatos.com analizó las cifras de La Riviera para este diario y halló que incluye 151 puntos de venta y las franquicias A Hora, Tous, La Parfumerie, Wakids, Burberry, Mac Cosmetics y Viage.
El detalle indica, además, que sus filiales Santafé Duty Free y La Riviera Duty Free, que son las que operan en los aeropuertos, facturaron el año anterior 348.000 millones de pesos, con un aumento de 22,1 por ciento respecto al 2014.
Por otra parte, funciona una compañía Nowi, en San Andrés Islas, que por su lado vendió en el 2014 unos 50.000 millones de pesos.
Es decir La Riviera en Colombia es un conglomerado con una facturación cercana a 400.000 millones de pesos e importante en el país.
En medio de ello, el fiscal general de la Nación encargado, Jorge Perdomo, había anunciado a principios de semana que se podría iniciar un proceso de extinción de dominio o expropiación de La Riviera si se comprueba alguna relación ilegal con Nidal Waked, uno de los acusados por supuesto lavado de activos.
“Si se llega a establecer que existe una relación o de representación o de pertenencia societaria o algún tipo de relación entre Nidal Waked y La Riviera, nosotros podríamos iniciar un proceso de extinción de dominio por cuenta (de que) se daría el nexo causal”, señaló Perdomo a medios de comunicación, según Efe.
Sin embargo, Abdul Mohamed Waked, su tío, negó relación distinta a los lazos de sangre.
Por lo demás, la clientela, aunque en menor número, sigue entrando a los locales La Riviera, algunos de ellos tras olfatear un pequeño papel impregnado de un fino perfume o colonia que reparten en la puerta.
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