La emergencia que vive la ciudad por cuenta de los cortes constantes en el suministro de agua debido a los daños que ha sufrido el sistema del acueducto por el invierno, llevó al gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), Jacobo Matus, a afirmar que el municipio necesita con urgencia la fuente alterna para hacerle frente a crisis futuras como la actual.
Matus fue enfático en que el acueducto alterno, que tendrá como fuente el río Sardinata, es la solución para que Villavicencio no se vea sometida a emergencias por agua como la que vive desde hace semanas.
Mientras no se construya ese acueducto alterno los villavicenses tendrán que aprender a vivir con los cortes intermitentes en temporadas invernales. (Vea también: Incertidumbre por la fragilidad del acueducto de Villavicencio)
La fuente alterna aliviaría a la ciudad con 700 litros de agua por segundo, que sumados a los 800 litros que surten las estaciones alternas del acueducto de Puente Abadía y Bavaria, se acercarán a los 1.600 litros que demanda la capital metense.
Según Matus, las anteriores administraciones no hicieron las obras de mitigación que necesitaba el sistema de acueducto de la ciudad en los últimos 10 años.
“Mientras no se construya la fuente alterna nos toca seguir poniendo curas en las llagas que presenta el sistema. Nosotros somos reactivos, pero esto es consecuencia de un problema que viene de mucho tiempo atrás, serán los organismos de control los que definan responsabilidades”, precisó Matus.
El Gerente de la EAAV considera que fallas como “el derrumbe de los viaductos –de las estaciones alternas del acueducto de Puente Abadía y Bavaria–” se habían podido prevenir con obras de ingeniería civil.
“No tenían porqué haberse derrumbado esos viaductos, es increíble. Esos viaductos fueron construidos hace 31 años y en todo este tiempo a nadie se le ocurrió ir a mirar cómo estaban. Esas estructuras estaban sufriendo fatiga”, aseguró Matus.
En este momento el acueducto alterno de Villavicencio se encuentra en fase de elaboración de diseños, lo cual está en manos de la empresa Edesa, según dijo el Gerente.
“Para gestionar los 80.000 millones de pesos que cuesta el proyecto aproximadamente necesitamos los diseños. En esto hay que involucrar a la Nación, a la Gobernación porque el municipio no cuenta con esos recursos”, dijo el Gerente.
Entre tanto, la mañana de este viernes bajaron de la cordillera lodo, piedras y palos que obligaron a un nuevo cierre de la bocatoma de la Quebradalahonda.
“Habrá gente que almacenó agua en los tanques y no sienta la falta de suministro, pero quienes no, pueden empezar a sentir la falta de agua hoy (ayer) o mañana (hoy)”, dijo Matus.
REDACCIÓN LLANO SIE7EDÍAS