El aumento de los cultivos ilícitos está generando el fortalecimiento económico de grupos criminales que quieren ocupar los territorios que dejen las Farc tras la firma de la paz, lo cual también se está gestando por la "indiferencia" de esa guerrilla para enfrentar ese fenómeno crecimiento.
Por lo menos así lo advirtió este viernes Eduardo Díaz Uribe, director de la Oficina para la Atención Integral de la Lucha contra las Drogas (adscrita a la Consejería del Posconflicto de la Casa de Nariño), quien enfatizó que esa actitud de las Farc pone en riesgo las medidas que se quieren adoptar para combatir el aumento de sembrados ilegales. (Lea también: Firma de la paz obliga a replantear la lucha contra las drogas: Gobierno)
"Veo con preocupación alguna especie de indiferencia de nuestra contraparte en el proceso de paz y falta de un compromiso más abierto y claro en términos de que a esto hay que meterle la mano rápido, porque la desmovilización de las Farc en territorios donde los cultivos han crecido está la materia prima para que sean ocupados por otros", precisó Díaz Uribe.
El funcionario hizo estas apreciaciones durante su participación en el foro 'Drogas, seguridad y posconflicto: visión de Gobierno, academia y organismos internacionales', organizado por EL TIEMPO, la Universidad del Rosario, la Fundación Konrad Adenauer y la UNODC.
Díaz advirtió, de hecho, que se debe tener en cuenta que el crecimiento de cultivos ilícitos en varios territorios, en especial donde tienen influencia las Farc, puede poner en riesgo la implementación del posconflicto tras la firma del acuerdo final de paz. (Además: Así será la ruta para el acuerdo que blinda el proceso de paz)
"El gran riesgo para el proceso de paz también está ahí. Este crecimiento de los cultivos, sin lugar a dudas, está significando el fortalecimiento económico de quienes van a intentar ocupar de manera violenta y armada los territorios que se abren con el proceso de paz", enfatizó el director de la Oficina para la Atención Integral de la Lucha contra las Drogas.
En este foro también participó Guillermo García Miranda, jefe del Área de Desarrollo Alternativo de la UNODC, quien aseguró que se debe fortalecer el desarrollo alternativo para que los cultivadores de coca cambien sus sembrados, pero también planteó la tesis de impulsar un desarrollo alternativo urbano para atender a los eslabones más débiles de la cadena del narcotráfico.
Y Fernando Hurtado, asesor de la Alta Dirección del Ministerio de Agricultura y Riego del Perú, sugirió realizar esfuerzos regionales y no individuales para superar este flagelo, haciendo énfasis en el combate contra aspectos como la impunidad.
En la jornada, además, participaron Juan Diego Álvarez, asesor de despacho del Ministro de Salud, y Óscar Palma, director del Observatorio de Drogas de la Universidad del Rosario, quienes coincidieron en que se deben hacer análisis más profundos sobre qué consume la gente y por qué lo hace, para definir políticas públicas que ayuden a combatir este fenómeno.
El claustro de la Universidad del Rosario también recibió en otro panel al general (r) José Leonardo Gallego, exdirector de Antinarcóticos de la Policía, quien en un tono más escéptico propuso que se retome la fumigación de cultivos de coca a través de helicópteros, ya que la suspensión de este proceso, a su juicio, facilitó el crecimiento de sembrados ilegales.
"Eso permite fumigar áreas con mayor rapidez y eficacia para no afectar otro tipo de cultivos", explicó el oficial en retiro.
En este foro estuvieron, incluso, Aldo Lale-Demoz, director Ejecutivo Adjunto de la UNODC, y Francisco Cumsille, jefe del Observatorio Interamericano sobre Drogas, quien coincidieron en que cada país vive el fenómeno de las drogas ilícitas de manera distinta, por lo cual se debe respetar la soberanía de cada Estado para implementar medidas en esta área.
Además, para debatir sobre las conclusiones de la Asamblea General sobre Drogas que en abril realizó la ONU, asistieron Javier Andrés Flórez, director de Política contra las Drogas del Ministerio de Justicia, Gustavo Duncan, del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la EAFIT, y Fabiola Castillo, experta en delincuencia transnacional organizada, quienes dialogaron sobre cuáles podrían ser nuevas soluciones para enfrentar las drogas ilícitas de manera más exitosa.
La jornada la cerró Carlos Holmes Trujillo, director de la Oficina de Contribución a los Grandes Debates Nacionales del Rosario, quien aseguró que este foro tuvo como fin analizar los alcances logrados en Ungass y la forma de ponerlos en práctica en Colombia.
"Nos propusimos contribuir a que se borre la línea divisoria entre lo nacional y lo internacional, ya que muchos de los problemas de nuestra realidad tienen índole global", enfatizó Holmes Trujillo.
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