En la ciudad, donde hay un promedio de un millón y medio de viajes a pie a diario, muere un peatón cada tres días. En el 80 por ciento de los casos hay una moto involucrada.
Si bien el motociclista es el que más peatones mata, también es el que más muere en la vía. Los transeúntes y conductores de motos son los que ponen el mayor número de fallecidos en accidentes de tránsito, según las cifras.
En lo corrido del año, la Secretaría de Movilidad, registra 95 muertos por accidentes de tránsito de esos, 32 eran motociclistas, cinco parilleros y 48 peatones.
Iván Sarmiento, experto en Movilidad de la Universidad Nacional, contó que esos dos actores en la vía son los que más mueren por su fragilidad y la poca protección.
“En Medellín fallecen en accidentes un promedio de 150 peatones y 100 motociclistas al año, llama la atención que de los 150 transeúntes, más de la mitad fueron atropellados por motociclistas, el resto por otros de vehículos”, agregó.
Esos números del experto son casi iguales a los que registra la Secretaría de Movilidad de Medellín durante 2015. Ese año, fallecieron 290 personas por accidentes de tránsito, de los cuales, 144 fueron peatones, 101 motociclistas, 25 parrilleros y 10 ciclistas.
Las muertes, en su mayoría son por exceso de velocidad. Sarmiento explicó que Cuando es un bus o volqueta el que impacta, se entiende que la muerte se provoca por el peso del vehículo, mientras que cuando son vehículos pequeños como taxis, automóviles y sobretodo motos, se concluye que lo que mató al peatón fue la velocidad.
“Cómo un vehículo de tan poca masa puede matar a una persona, a menos que la velocidad sea excesiva”, dijo.
En lo que coincidió el secretario de Movilidad, Juan Esteban Martínez, al explicar que el problema no es la moto, sino la velocidad. “El número de accidentes se incrementa cuando además del exceso de velocidad, se irrespetan las normas de tránsito como cruzar semáforos en rojo, giros prohibidos y no respetar las cebras”, dijo.
Para el experto en movilidad, una de las soluciones es reducir la velocidad porque si bien el Código de Tránsito dice que un conductor debe ir máximo a 60 kilómetros por hora, las fotomultas no sancionan más allá de los 66 kilómetros por hora, da un margen del 10 por ciento.
“Si la ciudad bajara por decreto la velocidad máxima, a 55 kilómetros y multara a partir de los 60, tendríamos un 10 por ciento que podría salvar a una persona”, aseguró Sarmiento.
El experto además explicó que cuando una persona es atropellada por un vehículo que va a 40 o 50 kilómetros por hora, la posibilidad de que viva es muy poca, pero cuando es atropellado por uno que va a 40 o menos, tiene alta posibilidad de salvarse.
Para el secretario de Movilidad, la pericia en la conducción también es un factor alto en accidentalidad. Por lo que pide a las autoridades nacionales más rigurosidad, exigencia y supervisión a las escuelas de conducción, que entregan pases de forma irresponsable.
El funcionario explicó que la mayoría de motociclistas muertos son estratos 1,2 y 3. "Son estratos bajos y la mayoría jóvenes entre 18 y 32 años, estudiantes o entrando al mercado laboral".
La Secretaría hace un trabajo cultural en esa población sobre normas de tránsito, igualmente hace campañas para concientizar a todos los actores de la vía, también a peatones, que muchas veces violan las normas y causan los accidentes.
El Plan de Seguridad vial planeado a 220, tiene como meta reducir en un 25 por ciento causas fatales de accidentalidad. Eso se gana con inversión en mejorar la señalización y en educación, como lo viene haciendo la entidad.
Crecimiento de motos
Una de las causas de los accidentes es el aumento del uso de la moto y del vehículo particular.
Mientras que en el 2004 en Medellín había 350 mil carros, actualmente esa cifra llega a 630.000. Lo mismo pasó con las motos, hace más de una década había menos de 178.000, hoy circulan 636.000.
Solo el año pasado, entraron al departamento más de 95.000 motos, la mayoría circula pro Medellín.
Aunque la ciudad hace un esfuerzo grande para mejorar el transporte público con la llegada de más buses articulados, más trenes para el metro, el tranvía y cables, todavía falta mucho para que las personas se bajen del carro y la moto.
MEDELLÍN