Luz Obeida Agudelo es una mujer como cualquier otra: Vanidosa, protectora y entregada. Sus labores no solo se limitan a lo doméstico. Ella trabaja todos los días en las vías de Rionegro, oriente de Antioquia, “voliando machete, barriendo carreteras o haciendo cunetas con pico y pala”.
De acuerdo con Obeida, a ella y sus nueve compañeros (entre ellos seis mujeres), nada los detiene, ni siquiera el imponente sol de esas tierras ubicadas en el Valle de San Nicolás, que en las tardes, según ella, es insoportable. Sin embargo, se le mide a todo y la hace feliz poder desempeñar trabajos que muchos consideran masculinos.
Esta mujer hace parte de los 18 proyectos en Antioquia de Servicio Público de Empleo, que en este año a generado 761 empleos, 403 de estos para mujeres.
Precisamente, estas iniciativas en el tema de equidad e inclusión para la mujer son fundamentales en la construcción de paz. Así lo aseguró la ministra de Trabajo, Clara López Obregón, en el primer foro ‘Equidad de Género en Colombia: Mujer-Agro y Paz’ llevado a cabo el pasado 11 de mayo en Medellín.
En el certamen varias entidades, entre ellas el Servicio Público de Empleo, el Sena, el Ministerio de Trabajo, el Senado de la República y la Secretaría de la Mujer de Antioquia, firmaron un compromiso para buscar caminos que acerquen a los trabajadores del campo a la seguridad social, comenzando por la mujer rural, en el cumplimiento de la política pública de equidad de género.
Luz Imelda Ochoa Bohórquez, secretaria de las Mujeres de Antioquia, afirmó que la jefatura de familiar femenina ha aumentado, casi la mitad de los hogares antioqueños están siendo liderados por las mujeres, por lo que deberían recibir mayores oportunidades laborales.
Asimismo, contó la secretaria, solo el 26 por ciento de las campesinas está ocupada, el resto ni siquiera están pensado en ser población económicamente activa. “Adicional a eso, la tasa de desempleo en la mujer siempre es de dos dígitos, por ejemplo, en el valle de Aburra, la tasa es de 11, 2 por ciento. Por eso, desde la Administración, vamos a fortalecer los programas para la generación de empleo y educación a la mujer”, dijo Ochoa.
Según la funcionaria, lo importante es encontrar estrategias para llegar a esas mujeres, facilitarles su formación y desempeño laboral.
Igualmente, una de las mayores preocupaciones de Claudia Ximena Camacho, directora del Servicio Público de Empleo, es que los jóvenes del área rural, que no estudian ni trabajan, representan cerca del 43 por ciento de la población y de estos, el 93 por ciento son mujeres.
Por esa razón, contó Camacho, se desarrollan convenios con centros de empleos, en donde se trata de que no haya vacantes exclusivas para hombres.
Lo que se quiere, es romper con los estereotipos y trabajar de la mano con esos sectores ‘masculinizados’ para realizar pactos que incluyan a todas las personas y, al mismo tiempo, se amplíe la cobertura del Servicio Público de Empleo a las zonas rurales.
Por su parte, Obeida es cabeza de hogar, puesto que su esposo es discapacitado. En menos de ocho días se acaba su contrato de trabajo, lo que ella espera es que se le siga brindando grandes oportunidades, en las que lo menos importe sea su género.
DAFNA VÁSQUEZ
MEDELLÍN