Aunque el reciente proceso político que se vive en Brasil, que ya tiene suspendida a la presidenta Dilma Rouseff, fue el golpe que determinó la pérdida de control de la brasileña Odebrecht en el consorcio Navelena, encargado de la recuperación del río Magdalena, esta firma deberá quedarse en el proyecto para que este no sufra ningún tropiezo y toque iniciar de ceros nuevamente.
Esta condición y el cumplimiento de las condiciones financieras de la nueva firma que pase a tomar el control del proyecto son las principales variables cuyo cumplimiento ahora deberá asegurar la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), para que las obras se inicien según el cronograma, a partir de junio, cuando se selle el cierre financiero, programado para el día 11 de ese mes.
El director de Cormagdalena, Luis Álvaro Mendoza, explicó que pese a la situación no habrá cambio de fechas ni de montos en el contrato, lo que indica que de aquí al 11 de junio deberá estar avalado el nuevo inversionista que hará parte del proyecto, para iniciar las obras como están planeadas.
“El contrato sigue tal como está y lo que va a pasar es que va a entrar un nuevo jugador”, aclaró el funcionario al señalar que la ejecución del proyecto no se va a detener.
Mendoza indicó que, según el contrato del proyecto, Odebrecht tenía la opción de ceder su participación hasta un mínimo del 25 por ciento, pues esto asegura que las condiciones técnicas bajo las cuales se firmó el proyecto se mantendrán, ya que en el caso contrario el proceso tendría que tomar más tiempo, pues sería necesario estudiar que los nuevos cumplieran con el compromiso de ejecutar 4 millones de metros cúbicos de dragado, 2,5 millones de metros cúbicos de enrocado y todo lo demás que se pedía en el pliego para poder adjudicársele al nuevo inversionista.
Así las cosas, el nuevo socio del proyecto solo podrá tener hasta un 61,6 por ciento del 86,6 por ciento que tiene Odebrecht en Navelena, aunque también es factible que un porcentaje restante se lo compre a la firma Valorcon, la hasta el momento única minoritaria del proyecto.
Si bien los nombres de los interesados aún no se conocen, Odebrecht ya presentó tres cartas de intención de empresas interesadas en la cesión de la parte mayoritaria de su porcentaje, las cuales serían extranjeras.
Fuentes cercanas a Odebrecht le confirmaron a EL TIEMPO que la idea es quedarse como minoritarios según las condiciones del contrato, con el fin de no afectar el proyecto.
“El país puede estar tranquilo de que la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, ese sueño de todos los colombianos, no se va a detener y seguirá adelante”, precisó a su turno el director de Cormagdalena.
El coletazo
Y es que en diciembre del año pasado, cuando el empresario Marcelo Odebrecht fue capturado en Brasil, la filial en Colombia empezó a sentir los efectos de esta situación en sus operaciones en el país para este proyecto en particular, los cuales se acrecentaron en abril, cuando se aceleró el proceso para la suspensión de Dilma Rousseff.
Según Luis Álvaro Mendoza, los bancos y entidades financieras del país comenzaron a cerrar el crédito a la empresa, y de un monto total de 1,6 billones de pesos de financiación para toda la concesión durante los 13,5 años, les faltaron 575.000 millones de pesos.
La idea de la firma era financiar todo de una vez para no tener que refinanciar el proyecto en el futuro. Del monto total, 650.000 millones de pesos correspondían a la financiación del período de construcción para el cierre contractual, que sigue siendo el 11 de junio.
Y de acuerdo con el funcionario, si la firma acudía a su casa matriz en Brasil, automáticamente quedaban enredado y se afectaba el proyecto.
“Fue una actitud muy noble para con el proyecto, con el dolor del alma para ellos, me imagino”, indicó Mendoza, tras señalar que hasta el momento el proyecto va bien porque Odebrecht había venido trabajando con recursos de bancos que ya tenían y con dineros de otras obras que tienen en el país.
Ahora, la idea es que Odebrecht y la nueva firma ejecuten el proyecto en conjunto, el primero velando por la parte técnica y el segundo asegurando que los recursos financieros estén listos para la fecha del cierre de esta etapa.
Y tras la decisión tomada por la firma brasileña, es factible que la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) confirme su participación en el proyecto, ya que hace algunas semanas había señalado que no podía hacerlo porque, al igual que en el resto de la entidades bancarias colombianas, tenía preocupación por los delicados hechos que está afrontando Odebrecht en Brasil.
En cualquier caso, la entidad no contemplaría una participación superior al 25 por ciento de la deuda del proyecto, teniendo en cuenta que su estrategia es movilizar recursos de otras fuentes a través de su participación.
Ferrocarril del Pacífico lleva un mes ‘quieto’
El impulso que el Gobierno le quiso dar al Ferrocarril del Pacífico, que el año pasado estrenó cuatro locomotoras, alcanzó apenas para un año. Desde hace cerca de un mes y en medio de un total hermetismo, la firma Trafigura, que opera la concesión, suspendió la operación sin dar mayores explicaciones. Incluso se conoció que hace unas tres semanas las directivas del concesionario le incumplieron una cita al vicepresidente Germán Vargas Lleras, para analizar la situación de un proyecto que anunció obras para llegar a La Tebaida, en el Quindío.
No obstante, se conoció que el concesionario argumenta inseguridad en la vía férrea, los efectos de la minería ilegal y los riesgos de un transporte artesanal que en la región se conoce como ‘brujitas’, que consiste en montar una tabla con ruedas sobre la vía férrea, para llevar turistas y visitantes hacia el río Escalerete, en el corregimiento de Cisneros, en jurisdicción de Buenaventura.
EL TIEMPO contactó al área de prensa de la empresa, pero señalaron que no habrá ningún pronunciamiento.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Subeditor Economía y Negocios
En Twitter: @omarahu