El aplazamiento por segunda vez consecutiva por falta de 'quorum' en la sesión de las comisiones primeras de Senado y Cámara, en la que se debatirían las reglas para la nueva Comisión de Aforados, siembra la duda sobre si a futuro la reiteración del ausentismo puede afectar el trámite de los proyectos del Gobierno, especialmente los que tienen que ver con la implementación de los acuerdos de paz.
Este miércoles hubo ausencia de congresistas de la Unidad Nacional y del Centro Democrático, aunque estos últimos argumentaron que esta actitud hace parte de la “resistencia civil” a la que invitó el expresidente Álvaro Uribe, líder de esa colectividad.
De hecho, la senadora uribista Paloma Valencia manifestó que su partido no le va a hacer 'quorum' a las “mayorías del Gobierno”. En el Senado, el Centro Democrático cuenta con 20 de los 102 senadores.
Además, el uribismo es la bancada más organizada y más cumplida. Casi siempre llegan a tiempo, son los menos ausentistas y por lo general son los últimos en salir. (Lea también: Resistencia civil del Centro Democrático comenzó con pelea en Congreso)
Sin lugar a dudas, esta bancada ha sido determinante en la conformación del 'quorum' para la aprobación de proyectos claves para el Gobierno.
Si bien sobre el papel solo son el 20 por ciento del Senado, es decir no son indispensables para aprobar los proyectos, la realidad ha mostrado otra cosa. Iniciativas como el Plan de Desarrollo o el presupuesto nacional pasaron gracias a que el Centro Democrático estaba haciendo 'quorum', pues las mayorías de la Unidad Nacional no estaban. Y esta historia se ha repetido varias veces.
Expertos consultados por EL TIEMPO aseguran que el ausentismo es un mecanismo que usa el Congreso en determinados momentos políticos y que en definitiva, más allá de la presión que ejerce sobre el Gobierno, no afecta el trámite de los proyectos del Ejecutivo.
“El ausentismo hace parte de una estrategia que utilizan los partidos políticos no solo para hacer sentir su voz, sino su protesta frente a iniciativas que no comparten en el trámite legislativo o que son impulsadas por el Gobierno”, explicó Jairo Libreros, consultor político y docente de la Universidad Externado.
En el mismo sentido se pronunció el analista Pedro Medellín, para quien el ausentismo está siendo usado como estrategia para “presionar al Gobierno en la toma de decisiones” ahora que se están finiquitando cambios en algunos cargos de organismos del Ejecutivo.
“Estamos en un momento en el cual el Gobierno está en una repartición de cargos, está redefiniendo muchas plazas (…), pero una vez se terminen los nombramientos todo va a volver a su cauce”, dijo Medellín.
También hay que tener en cuenta que en el ausentismo de esta semana se dieron otros factores. Por ejemplo, este martes la bancada de Cámara del Partido Liberal estuvo reunida hasta mediodía, hecho que produjo la ausencia de gran parte de la colectividad en la sesión para debatir la Comisión de Aforados.
Esta misma situación se repitió este miércoles con algunos congresistas ‘rojos’ que no asistieron a la sesión porque sostenían reuniones con varios alcaldes del partido para finiquitar detalles de cara al Congreso Liberal de este fin de semana.
En lo que sí fue enfático Medellín es en que la resistencia civil promovida por el uribismo, si bien no va a tener repercusiones mayores en las iniciativas legislativas, sí puede “hacer una mella importante en la popularidad del Gobierno”.
“El mecanismo de resistencia civil tiene un peso político muy grande, en la medida en que si bien no puede llegar a bloquear el trámite de los proyectos, sí va a continuar agravando la situación política del presidente Santos”, comentó el analista.
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