La Policía y campesinos de la vereda Ojo de Agua, en El Peñón (Santander), integrarán un frente de seguridad rural para vigilar una cueva en la que habría un cementerio indígena y se encuentran restos óseos que corresponderían a un pueblo prehispánico.
El coronel Gustavo Franco Gómez, comandante de la Policía en Santander, precisó que un grupo de expertos de su institución, con equipos y tecnología de punta, se desplazará al lugar para una inspección del sitio donde se encuentran 30 osamentas de posibles indígenas. “Hemos hablado con varias personas y, hasta el momento, ninguna nos ha suministrado datos claves que nos lleven a concluir que se han presentado robos, pero seguimos trabajando allí”, dijo.
Según el antropólogo Nelson Cabrera, del Grupo de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, al parecer varias personas habrían hurtado collares, cerámicas y vasijas de barro que podrían haber sido depositados allí y que tendrían más de 500 años.
Al lugar, situado a 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar, se accede por una formación rocosa con más de 100 metros de profundidad y pendientes que oscilan entre los 45 y 75 grados. “La cueva, por sus condiciones, podría ser un cementerio indígena único en América. Fue saqueada y solo quedan los restos de 30 personas, entre hombres, mujeres y niños, y fragmentos partidos de cerámicas. Campesinos del sector dicen que han llegado extranjeros para, supuestamente, comprar las piezas arqueológicas y no reportar su salida de la región”, aseguró Cabrera.
A pesar de que el hallazgo no ha sido oficializado ante el Instituto Colombiano de Antropología e Historia –entidad que autoriza la extracción de piezas y restos–, en la cueva no queda ninguna prueba que ayude a identificar la tribu a la que pertenecían los indígenas. Las osamentas podrían corresponder a las tribus carare, opón, guane, muisca y yariguíes que habitaron la apartada región situada a 262 kilómetros al suroccidente de Bucaramanga.
“Para un estudio de lo que ocurrió allí hay que contratar a antropólogos forenses y biológicos, arqueólogos y geólogos porque los restos óseos están siendo recubiertos por estalactitas y estalacmitas. Necesitamos investigación arqueológica con el fin de realizar pruebas genéticas, de ADN y de carbono 14, para determinar la edad y tribu del hallazgo”, agregó Cabrera.
Francisco Jesús Cruz, alcalde de El Peñón, señaló que el municipio no cuenta con los recursos para la preservación y vigilancia de la cueva y mucho menos financiar una investigación. El funcionario, que maneja un presupuesto de 5.200 millones de pesos para 4.460 habitantes, dijo que acudirá a la Gobernación de Santander y al Ministerio de Cultura para solicitar financiación.
EL TIEMPO