El juez décimo primero administrativo oral de Cartagena, Alejandro Bonilla Aldana, ordenó suspender la oración católica en las sesiones plenarias del cabildo municipal de Cartagena y en los actos de las entidades públicas.
El fallo del juez, contra el Acuerdo 005 de 2007 del Concejo Distrital, resuelve “decretar la suspensión provisional de los artículos primero y segundo y de la expresión religiosa de todas las denominaciones cristianas existentes en la ciudad…”.
El artículo del año 2007, que tumba ahora el nuevo fallo del juez décimo primero administrativo, establecía “como orientación fundamental para la recuperación de los principios religiosos en la ciudad de Cartagena, la práctica de la oración y el abrazo fraterno al inicio de todas las actividades diarias en las entidades del Gobierno local, empresas públicas y privadas, instituciones educativas, comandos y estaciones de Policía, batallones militares, batallones y juntas directivas de empresas, centros comerciales, emisoras, estaciones de taxis, organizaciones gremiales, asociaciones y en familia”.
La decisión responde a la demanda del ciudadano Miguel Ángel Garcés contra el Distrito, en la que exige respeto a la libertad de cultos.
La orden también prohíbe “darse abrazos fraternos al inicio de las actividades” no solo en el Concejo, sino en “empresas públicas y privadas, instituciones educativas, comandos y estaciones de Policía”, y en todas las entidades públicas que precisaba el artículo emitido por ese órgano local hace nueve años.
“La costumbre de la oración no puede tenerse como elemento cultural generalizado de forma que puedan las autoridades locales de carácter civil imponer su ejercicio de manera obligatoria, desconociendo la libertad de creencias y efectivamente creando escenarios en donde se revelen o generen molestias tales como actividad en establecimientos públicos o abiertos al público”, agregó el juez.
El fallo se suma a otros, dados en los últimos 12 meses, como la prohibición de los bailes de champeta para menores de edad en colegios públicos, y a los ciudadanos caminar sin camisa por el centro histórico.
El jueves 7 de abril, el alcalde, Manuel Vicente Duque, sorprendió a los cartageneros al convocar a una oración pública, a las 7 de la mañana, que él mismo lideró desde un balcón del Palacio de la Aduana.
“Esperamos conocer profundamente todo ese análisis que hizo el juez para poder tener los argumentos e impugnar esta decisión”, señaló la cabildante Duvinia Torres.
JOHN MONTAÑO
Corresponsal de EL TIEMPO