Ibagué y Neiva. Puentes caídos, tramos de carreteras taponadas por derrumbes, camiones enterrados en el lodo con toneladas de frutas y productos agrícolas a punto de perderse y hasta fincas y viviendas inundadas es el desalentador panorama que deja la temporada de invierno en amplias zonas de Huila y Tolima.
Han sido tan grandes las afectaciones que en Tolima fue decretada la alerta amarilla, pero las lluvias se han concentrado en los municipios de Planadas, Villahermosa, Ataco, Rioblanco, Rovira, San Antonio, Anzoátegui, Palocabildo, Casabianca, Murillo, Lérida e Ibagué, entre otros.
También existe alerta naranja por el alto nivel que viene presentando el río Saldaña y por posibles deslizamientos en las regiones de cordillera.
“El invierno ha afectado principalmente las carreteras por la caída de derrumbes que impiden el paso de vehículos, y esto afecta la economía campesina, ya que los productos agrícolas terminan represados”, afirmó el gobernador del Tolima, Óscar Barreto, quien visitó ayer la vereda El Silencio, en Planadas, una de las zonas más afectada por las inundaciones.
Las emergencias son atendidas con maquinaria y equipos encargados de hacer la remoción de piedra y lodo en las vías secundarias y terciarias.
En Planadas, 120 familias de la comunidad indígena de Barbacoas claman por ayudas, ya que el desbordamiento de la quebrada Barbacoas inundó viviendas, arrastró electrodomésticos y destruyó sembrados de yuca, plátano y maíz.
“Muchas familias perdimos lo poco que teníamos, pues las casas están llenas de barro y los cultivos fueron arrasados, se perdió nuestro trabajo”, dijo un habitante de Barbacoas.
En Rovira, las inundaciones han afectado al menos 100 viviendas que presentan incluso desprendimiento de techos por la acción de las lluvias con fuertes vientos.
El alcalde Yovani Vivas informó que en la vereda El Bosque fue arrasada una vivienda y no dejó personas afectadas.
“Tuvimos dificultades en la vía que comunica con Ibagué por un derrumbe a la altura del sitio Tienda Nueva y, si las lluvias persisten, podríamos quedar incomunicados por la presencia de nuevos deslizamientos”, dijo el mandatario.
Otra de las carreteras afectadas es la que comunica a Líbano con Villahermosa, pues a diario permanece taponada por derrumbes y pérdida de la banca debido a la inestabilidad del terreno en esta zona de cordillera.
Los campesinos relatan que sacar el café y las frutas a los mercados de Líbano ha sido muy complicado, “pues tenemos tramos convertidos en lodazales que impiden el tránsito normal de los camiones”.
El alcalde de Villahermosa, Germán Uribe, aseguró que el punto más crítico está en La Armenia, donde la inestabilidad ocasionó la pérdida de la banca, y, por consiguiente, la incomunicación con líbano es total.
“Por aquí llueve día y noche”, dijo el alcalde, quien además resaltó que gracias a las labores de prevención no se han presentado personas heridas ni víctimas.
Para evitar pérdidas mayores, muchos conductores de vehículos optan por tomar la vía Villahermosa-Casabianca-Palocabildo-Falan, pero las distancias aumentan los costos de transporte y combustible.
En Rioblanco, donde tampoco escampa, cuatro personas que se movilizaban en un campero resultaron heridas al quedar atrapadas en un derrumbe entre Puerto Saldaña y Herrera.
Entre tanto, el departamento del Huila permanece incomunicado con zonas del Cauca por la vía La Plata, Inzá, Totoró, Popayán, debido a lluvias que ocasionaron al menos 25 derrumbes en los últimos cinco días.
Otra situación difícil la vive el municipio de Colombia, en donde el río Cabrera arrastró con unos 200 metros de carretera y esto impide el paso de vehículos de carga y pasajeros.
“Completamos ocho días incomunicados con Neiva”, afirmó la alcaldesa de Colombia, Adelia Guzmán, y agregó que “ya escasean los alimentos, gas y gasolina”.
Garzón también vive momentos difíciles en la zona El Paraíso-El Recreo, donde las quebradas ocasionan daños en las carreteras.
FABIO ARENAS JAIMES
Corresponsal de EL TIEMPO