Las zonas montañosas y de alta pendiente por donde pasa la Cordillera Oriental en Meta, Casanare y Arauca son las más expuestas a eventos de remoción en masa.
Los tres hacen parte del listado de 24 departamentos del país donde los derrumbes podrían hacer estragos en la temporada de lluvias, advierte el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).
“Con la llegada de las primeras lluvias, los suelos de estas zonas del país empiezan a perder su compactación, es decir que quedan sin ningún sustento que evite que se vengan abajo”, apuntó Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC.
El funcionario prendió las alarmas ante la posible llegada del fenómeno de ‘La Niña’. “El Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) informó que la probabilidad de que este fenómeno se presente durante la segunda mitad de este año es de 70 por ciento, el cual en 2011 dejó varias zonas del país sepultadas bajo el agua y el lodo que se desprendió de las montañas.
“Para minimizar los efectos de las lluvias debemos enfocar nuestros esfuerzos en las zonas de montaña de estos departamentos, y mucho más en aquellos que además cuentan con suelos afectados por la actividad agropecuaria no controlada en zonas de alta pendiente”, dijo.
Según el director del IGAC, si a las zonas con alta amenaza de derrumbes se le suman terrenos ya afectados por cultivos y el pisoteo del ganado que exponen el suelo, el resultado será una remoción en masa más fuerte y por ende una tragedia más intensa.
“Esto se debe a que los colombianos le hemos dado un mal uso al suelo, desaprovechando las tierras con vocación agropecuaria y haciendo uso de aquellos, como las montañas y zonas de reserva, para la cría de ganado y la proliferación agrícola”.
En la Orinoquia, de las 25,4 millones de hectáreas que la conforman, 1,7 millones están sobreutilizadas; es decir que el 6,9 por ciento cuenta con suelos afectados por la sobrecarga de cultivos y ganado, dice el informe del IGAC.
El ambientalista de la Mesa Hídrica Ambiental del Piedemonte Llanero, Julián Villa, sostiene que por eso tampoco se puede permitir que en esta zona se intervenga con proyectos petroleros porque su actividad es más agresiva que la agricultura o la ganadería.
En un punto de exploración intervienen cinco hectáreas de terreno en las que descapotan, explanan y estabilizan. Además del ingreso de equipo pesado para el que se requieren 130 viajes de tractomulas.
Llano Sie7edías
@nelard1