La Lenovo Phab es comercializada bajo la premisa de que se trata de un producto que reúne lo mejor de dos mundos: el de las tabletas y el de los teléfonos. Por eso se llama ‘Phab’, porque alude al concepto de ‘phablet’, una mezcla entre phone (teléfono) y tablet (tableta). El resultado no convence en aspectos como el rendimiento o diseño, pero el precio lo vuelve un producto competitivo en un mercado inundado por ofertas de alto costo.
Su pantalla de 6,98 pulgadas y su cuerpo, de 18,6 centímetros de alto por 9,7 de ancho, no resultan cómodos de manipular.
Es un dispositivo cuyo cuerpo enorme no invita a al uso continuo. Es pesado (250 gramos, es decir, 80 gramos más que un iPhone 6 Plus) y usarlo para llamar es engorroso (la mejor opción para ese fin es acudir a un manos libres). Sobra decir que cabe en pocos bolsillos, pero ofrece una modalidad que facilita su uso con una sola mano.
En cuanto a rendimiento, la Phab cuenta con los componentes propios de un dispositivo de gama media. No es particularmente potente. Dispone de 1 GB de RAM, apenas lo necesario para soportar la carga de Android 5 y un procesador Qualcomm Snapdragon 410 de cuatro núcleos, cuya capacidad es comparable a la del ‘cerebro’ que equipaba el Galaxy S3.
Al comienzo opera con fluidez aceptable. Después de un par de semanas, y de numerosas aplicaciones instaladas, mueve los procesos con notoria parsimonia en diversas instancias, en particular cuando se abren varias apps al tiempo.
Batería de largo aliento
Una de sus virtudes es la batería. Es grande: de 4.250 miliamperios/hora. Dura unos dos días sin problemas. La resolución de la pantalla es de 1.280 por 720 píxeles. No suena mal en el papel, mas para un monitor de 6,98 pulgadas es apenas aceptable. La cámara trasera es de 13 megapixeles, y la frontal, de 5.
Uno de los aspectos que merecen destacarse de este producto es el sonido. Incluye unas bocinas JBL con efectos dolby atmos y el resultado es bueno, superior incluso a algunos terminales de gama alta.
Los acabados son simples. El cuerpo rememora al iPhone 6 en su estilo. La versión básica usa plástico en su construcción.
Pero, de lejos, la mayor virtud de la Lenovo Phab es su precio: 579.000 pesos. Si se toman en cuenta los precios de los dispositivos en la actualidad, es una ganga. Con esa variable en la mesa de juego, los puntos flacos del producto son comprensibles.
Cómprela si busca una tableta barata y no tan grande. No es ideal si lo que busca es un teléfono para llamar. Tampoco es apropiada para ejecutar videojuegos exigentes. Su poder es suficiente para sobrellevar aplicaciones básicas.
La capacidad de almacenamiento es de 16 GB, expandibles a 64 GB en la teoría, pero no en la práctica porque no logramos que le funcionara ninguna tarjeta superior a 32 GB. Se vende en negro, azul y blanco.
TECNÓSFERA
