A modo de corte de cuentas, Mónica Roa, la abogada que presentó la demanda que terminó hace dos lustros en la despenalización del aborto en tres casos específicos, por parte de la Corte Constitucional, dice que por ahora se ha avanzado “más en los simbólico” y que el reto sigue siendo, especialmente, “aterrizar este derecho para que las mujeres que viven en las regiones más apartadas puedan acceder, sin barreras ni estigmatización, a los servicios cuando lo necesiten”.
Y explica que no solo se refiere al aborto, sino a los obstáculos que muchas de ellas encuentran para ejercer un embarazo con parto y posparto dignos y seguros.
Roa cuestiona que hoy no existan cifras actualizadas sobre el aborto en Colombia –sugiere que el Ministerio de Salud debe consolidar las estadísticas disgregadas por región para tener un mejor panorama–, y se muestra preocupada por el alto subregistro de interrupciones clandestinas del embarazo. Sostiene que este hecho obedece, en primer lugar, al desconocimiento y la falta de entendimiento de la sentencia C-355 del 2006.
“En especial, no se termina de entender la causal de riesgo para la salud, que muchas personas interpretan como de muerte”, señala Roa. Sobre el alcance de esta causal, agrega: “Incluso cuando el embarazo le genera angustia a la mujer se puede entender que es uno de los casos amparados por la ley y puede interrumpir el embarazo de manera legal (...). El Estado debe remover las barreras para que las mujeres puedan ejercer libremente este derecho”.
Respecto de si existe o no riesgo de cárcel para las mujeres que aborten, la abogada confía en que no sea así, y recalca que uno de los legados más importantes del exfiscal Eduardo Montealegre fue dejar una directiva sobre cómo deben interpretarse las causales. “Se les exige a los fiscales que no reciban denuncias ni pruebas que se hagan en violación del secreto profesional, es decir, en el caso de médicos que denuncian a las mujeres”, explica Roa.
En el mismo sentido, la abogada destacó que el proyecto que presentó Montealegre, para despenalizar el aborto hasta los seis meses de gestación, y el que anuncia la representante Angélica Lozano, sobre la interrupción del embarazo por voluntad propia de la mujer, marcan una nueva etapa sobre el aborto en Colombia, que es bienvenida.
EL TIEMPO