El ex director ejecutivo de Fenalco Atlántico, Carlos Jiménez, no solo mostró fotos y argumentos para tratar de desvirtuar que haya golpeado a su esposa, sino que dejó abierta la posibilidad de que eso tenga “una conexión maligna” con una denuncia del gremio sobre supuestas irregularidades suyas en provecho de su cargo.
“Estoy viendo un complot, no lo veo de otra forma”, dijo Jiménez durante rueda de prensa, con su abogado, Rafael Pacheco; y recordó que el mismo día que su esposa se marchó (el 9 de enero de este año), recibió una llamada amenazante del hijo mayor de esta, José Nicolás Pérez Borrero.
Allí le prohibió que se acercara a su madre y le prometió que acabaría con su vida profesional. Jiménez aseguró que eso lo tiene grabado y lo aportará si se necesita.
Y después, luego de varios acercamientos de José Nicolás a algunos miembros de la Junta Directiva de Fenalco, vino la denuncia sobre falsedad en documento privado, abuso de confianza y hasta concierto para delinquir, delitos que, según el abogado Pacheco Vega, no tienen conexión jurídica entre sí.
Pero el argumento de defensa más fuerte de Jiménez, es que él no podía hacer ningún gasto ni firmar ningún cheque sin la autorización de la Junta Directiva (compuesta por empresarios exitosos y respetables) y hasta los cheques llevaban cinco firmas.
Además, los reportes financieros pasaban por revisorías del gremio. Y de esta mirada ni se salvaban los pagos del Country Club con la tarjeta de crédito institucional.
Jiménez se refirió a un tal ‘faltante’ de 8 mil millones de pesos en las arcas de Fenalco Atlántico, pero explicó que eso fue consecuencia de un dinero que se dejó de percibir desde el 2012 luego de una crisis en Fenalco Bogotá y que terminó dejando sin ingresos a la regional.
BARRANQUILLA