Al menos 45.000 millones de pesos contratados entre 2012 y 2015 por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Tolima (Edat) estarían en riesgo de perderse.
Aunque se entregaron los anticipos para ejecutar 59 obras del Plan Departamental de Aguas, estas no han sido concluidas y ello ha generado enormes perjuicios a los ciudadanos, ansiosos de contar con sistemas de acueducto optimizados.
Jhon Jairo Sánchez, gerente de la Edat, quien se posesionó en enero pasado, calificó de crítica la situación y explicó que la dificultad se presenta porque los diseños no coinciden con las características de los terrenos en cada municipio.
“El objetivo de los trabajos era fortalecer y mejorar el funcionamiento de los acueductos y alcantarillados en 42 municipios del Tolima, pero las obras no avanzaron”, dijo Sánchez.
“Revisamos minuciosamente cada contrato para encontrar salidas pues, o se sigue ejecutando, o se procede a liquidar las obras, pero esto sería peor”, aseguró el funcionario.
En el municipio de Fresno, por ejemplo, de un contrato de 3.200 millones de pesos se desembolsaron 1.200 para el mejoramiento del sistema de acueducto e instalación de medidores, pero la ejecución quedó en el 40 por ciento. Se firmó hace 3 años y el plazo de ejecución era de 10 meses.
En el municipio de Casabianca se buscaba la construcción de obras de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales por un valor de 1.300 millones de pesos, y el porcentaje de ejecución del contrato quedó en el 80 por ciento.
“La comunidad no se ha visto beneficiada”, afirmó el alcalde de Casabianca, William Cardona, quien denunció “presunta corrupción en las obras contratadas por la Edat”.
Considera que “la gente es la que pierde”, y pidió al Gobernador del Tolima dar continuidad a los proyectos.
Villahermosa también espera la culminación de las obras de acueducto y alcantarillado iniciadas hace 3 años. La inversión contratada fue de 1.800 millones de pesos, y los trabajos solo avanzaron un 10 por ciento.
El alcalde Germán Uribe dijo que el propósito era mejorar la infraestructura de un acueducto alterno en la quebrada Guayabal, pero “las obras quedaron tiradas, fueron suspendidas”.
En Murillo, los trabajos quedaron ejecutados en un 70 por ciento de un contrato de 2.500 millones, mientras que en Santa Isabel el plan maestro de acueducto y alcantarillado solo avanzó un 28 por ciento. El contrato era por 1.271 millones.
“No tenemos agua potable”, dijo el alcalde de Santa Isabel, Jaime Rincón.
“Hemos realizado reuniones con los contratistas, y existe voluntad de culminar las obras ya que el compromiso del Gobierno departamental es darles continuidad a los proyectos para obtener agua de calidad”, concluyó el gerente de la Edat.
IBAGUÉ