Después de la entrega ‘relámpago’ de las firmas para solicitar el referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro la madrugada de este lunes, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció que comenzó el proceso de chequeo de estas. Sin embargo, lo hizo en unos términos tan laxos que se prevén nuevas tempestades políticas.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, aseguró que la normativa “que rige y regirá” el proceso revocatorio es la publicada en diciembre del año 2007, la cual establece que una vez entregadas las firmas el CNE tiene cinco días continuos para “cuantificar y verificar” las correspondientes al uno por ciento del Registro Electoral que solicita el comienzo del proceso revocatorio. Sin embargo, este miércoles, en rueda de prensa, evadió sistemáticamente responder sobre si el ente comicial cumplirá con ese lapso.
“Verificaremos su cualidad (la de los firmantes) como electores, así como todos los elementos que les brinda la ley de actuar en acompañamiento de la solicitud (...). Vamos a ir haciendo este proceso con la mayor tranquilidad, con la mayor seguridad y todo eso debe ser corroborado, como siempre hemos hecho”, afirmó.
En ese sentido, Lucena destacó que ayer se estaban “contando las planillas” y que todavía no había comenzado como tal el proceso de verificación.
“Las siguientes etapas las vamos a ir informando, se está haciendo con mucho cuidado”, afirmó Lucena, quien señaló que el conteo de las firmas podía durar unos tres días y advirtió que podría crear un lapso de “reclamos”, aunque no dio mayores detalles al respecto.
Para la oposición resulta crucial el cumplimiento de los lapsos establecidos en el reglamento, pues es la única forma de que se pueda llevar a cabo el referéndum este año y, de resultar perdedor el presidente Maduro, que sean convocadas nuevas elecciones presidenciales.
La dilación de los lapsos podría llevar la consulta popular hasta después de enero de 2017, cuando una eventual revocatoria del mandato del Presidente permitiría al Vicepresidente en ejercicio culminar el periodo.
Con ese sentido de urgencia, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, respondió a Lucena con un trino. “Dice que va a revisar ‘con la mayor tranquilidad’. No señora, conforme al reglamento tiene cinco días y hoy es el dos”, afirmó Capriles, quien horas antes precisó: “El día sábado finaliza ese lapso. Ellos solo tienen que revisar que se haya entregado el número de firmas y llamar a la validación. El uno por ciento eran 195.721 firmas y nosotros entregamos un 1’800.000”.
El proceso se está llevando a cabo bajo la mirada vigilante de una comisión nombrada por Maduro y liderada por el alcalde de Libertador –y expresidente del CNE– Jorge Rodríguez.
Tanto él como el diputado Diosdado Cabello han amenazado con hacer públicos los nombres y apellidos de todos los solicitantes de la activación del revocatorio, lo que recordó las represalias políticas y despidos que hizo el gobierno del presidente Chávez con los firmantes para el revocatorio que se solicitó en su contra en 2004.
Y aunque el presidente Maduro señaló que los nombres de los firmantes esta vez no se utilizarían con estos fines, Cabello opinó ayer que quienes hayan solicitado la activación del referéndum “no deberían trabajar en la administración pública”.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO