Tener una piel que brille no por el exceso de grasa sino porque luce fresca, luminosa y muy natural, así lleve varias capas de maquillaje, es posible gracias a un buen polvo cosmético.
Por eso es clave que antes de usarlos sepa bien con qué finalidad lo hará, ya sea para unificar el tono de la piel o si los quiere simplemente para sellar la base y el resto del maquillaje. Además, es clave saber qué herramienta debe usar para su aplicación (esponja o brocha) y en qué paso de la rutina de maquillaje conviene aplicarlos.
Estas recomendaciones parecen obvias, pero no sobran, sobre todo si no quiere que le pase lo que a la actriz Nicole Kidman hace algunos años, cuando fue el hazmerreír del público al salir a la sesión de fotos previa a una gala con la cara empolvada como un mimo. No verificó antes cómo su maquillador de confianza le aplicó el producto y qué efecto quería lograr. La burla por los ‘malos polvos’ no se hizo esperar.
Caer en ese error es muy fácil y un pecado en el ritual de belleza porque “los polvos aplicados en exceso le restan naturalidad y salud a la piel”, según explica Alejandro Romero, maquillador oficial de Ésika.
Romero destaca la importancia de los polvos, si bien hay quienes consideran que “este producto es menos indispensable porque las tendencias de maquillaje invitan a lucir pieles desnudas y con brillos naturales”. El secreto del éxito, entonces, está en saber usarlos. Aquí le decimos cómo.
![]() Tanto los polvos compactos como los sueltos deben probarse en el mentón para escoger el tono adecuado. Foto: Archivo particular |
¿Qué tan indispensables son?
Todo depende de su tipo de piel y qué tanto, en realidad, requiere el uso de cierto tipo de polvo cosmético. Los compactos, por ejemplo, no son muy recomendados en las dermis más secas o maduras.
Su uso está más indicado en las pieles grasas porque además de que son los mejores aliados para sellar el maquillaje (así dura más y en mejores condiciones), logran un efecto natural.
¿Cómo descubrir el que me conviene?
Hay muchos tipos de polvos de acuerdo con las necesidades de cada piel y las ocasiones de uso. “Los polvos compactos y los sueltos, al ser de color, deben probarse en el mentón para asegurarse de que sean del mismo tono de la piel. Al tener un gran cubrimiento, los compactos reemplazan la base.
Los sueltos incluyen en su gama los translúcidos, que son los que no tienen color. Son mucho más ligeros y se adhieren más fácil a la piel. Sellan el maquillaje y son aplicados sobre la base”, explica Carolina Vieira, asesora de imagen de Natura Cosméticos.
Los polvos de alta definición son sueltos o compactos de color blanco y textura fina. Corrigen imperfecciones y aportan color. Se usan para lograr una apariencia más pareja de la piel en fotografías.
Pero la regla general para facilitar su elección es que “el tono adecuado del polvo cosmético para cada piel se identifica probándolo en la parte inferior del mentón”, indica Mariana Guevara, experta de la división de productos de lujo de L’Oréal.
Si el producto se camufla perfecto, este es el color ideal para su rostro. Y en las pieles maduras, es decir de mujeres mayores de 50 años, se recomienda utilizar polvos sueltos, ya que los compactos aumentan la visibilidad de las arrugas y de las líneas de expresión”, dice Sara Escobar, de O Boticário.
![]() Los polvos deben aplicarse después de haber terminado con todos los productos en crema. Foto: Archivo particular. |
Compacto, ¿cuándo?
Si es usted una mujer a la que le gusta usar poco maquillaje, pero quiere lucir radiante, después de aplicar su tratamiento para el cuidado de la piel proceda a esparcir una fina capa de polvo compacto. “Comience desde el centro hacia la parte exterior del rostro creando un matiz suave que cubra sus imperfecciones. Comprobará que no tiene necesidad de emplear base o maquillaje líquido”, precisa Ale Rojas, maquillador para Mary Kay. Se recomienda no combinar la base o maquillaje líquido con polvos compactos para evitar que se marquen las líneas de expresión.
Bronceadores, ¿cuándo?
La regla de oro es usarlos sutilmente para conseguir un look radiante. No olvide aplicarlos también en el cuello y el escote para lograr un acabado perfecto.
En láminas de papel, ¿cuándo?
Este polvo cosmético se presenta en hojas cargadas con producto y están diseñadas para retirar el exceso de grasa de la piel de manera rápida y ligera.
Suelto o translúcido, ¿cuándo?
“Este producto prolonga la duración de la base, pero también se puede usar solo para conseguir un efecto natural en la piel”, aconseja Sara Escobar, de O Boticário. Los polvos sueltos también sirven para asegurar que en clima cálido la base no se diluya con el sudor y controlan el nivel de grasa en la piel.
¡Hora de empolvarse!
Los polvos deben aplicarse una vez haya terminado de poner todos los productos en crema, es decir, después de la base, el corrector y el rubor, si es el caso.
Los compactos pueden reemplazar la base y se aplican con brocha para sellarla mejor. Hay otro tipo de polvos que permiten humedecerse y hacen las veces de base cosmética y por eso son ideales para cubrir imperfecciones.
Decisión en 2 pasos:
1. Al elegir el tono de polvo cosmético procure tener el rostro libre de maquillaje. Hágalo después de la limpieza facial.
2. Aplique una pequeña cantidad del polvo entre el mentón y el cuello, en esta zona puede determinar qué tono es el más cercano al de su piel. Juegue con tres tonos y observe cuál es más parecido al suyo.
¡Labios irresistibles!
Aplique un poco de polvos sueltos antes del labial para que este permanezca más tiempo. Una fina capa de polvo encima de la sombra y el rubor evita que estos se borren fácilmente.
FLOR NADYNE MILLÁN