Fabián Enrique Vargas, el joven que con un arma neumática disparó contra la Policía, quedó oficialmente en libertad.
Así lo decidió un juez de Bogotá, luego de que la Fiscalía imputara el delito de violencia contra servidor público, por los hechos ocurridos el primero de mayo pasado en la Plaza de Bolívar, de Bogotá.
En la mañana de este miércoles, el director de Fiscalías y Seguridad Ciudadana, Luis González, había dicho que los investigadores establecieron que en esa actuación se tipificó el delito de violencia contra servidor público. (Lea también 'No fue tan grave como se vio. No soy ningún asesino')
Además, que la violencia en ese caso fue psicológica, pues se intentó amedrentar a los uniformados que estaban en la protesta y quienes no sabían que el arma no era real.
Pese a la orden de dejar en libertad a Vargas, la Fiscalía continuará la investigación para establecer si se tipifican otros delitos y se examina además si el hecho fue concertado con otras personas que estaban en la plaza de Bolívar.
¿Quién es Fabián Vargas?
Aunque el joven se entregó el martes a las autoridades, la Policía Metropolitana de Bogotá ya lo había identificado y había realizado un perfil de Vargas. De hecho, según fuentes en esa institución, tenían lista la solicitud de orden de captura contra el joven.
Investigadores dijeron que luego del ofrecimiento de recompensa de 20 millones por información que permitiera identificar a Vargas, la Policía recibió varias llamadas de personas que decían saber de quién se trataba. Tres de esos informantes entregaron datos como el nombre y sector donde vivía.
Los datos coincidían con los que previamente una comisión había logrado recaudar. Sabían que tenía 25 años, que vivía en Bosa, sur de la capital, que era amante de las motos y que no había adelantado estudios superiores.
En el proceso, en el cual fue clave la búsqueda en bases de datos, los investigadores conocieron también que Vargas trabajaba en una empresa como mensajero y realizando otras labores de logística, y además que era hijo único.
"Faltaron unas tres horas para que se terminara el proceso de judicialización y para solicitar ante un juez la orden de captura", dijo una fuente en la Policía.
Una vez se entregó, Vargas contó que el domingo primero de mayo salió de su casa por asuntos personales, pero que se encontró con la marcha, lo que lo motivó a regresar a dejar su moto en casa y unirse a la protesta.
En sus declaraciones a medios, Vargas señaló que en el calor de la protesta sacó el arma. "No fue tan grave como se vio. No soy ningún asesino y tampoco hago parte de ninguna banda criminal”, dijo.
Sin embargo, una de las valoraciones que hace la Fiscalía es si su actuación fue predeterminada. Esto, porque si bien Vargas asegura que usualmente porta su arma (neumática) para su defensa personal, en el video se ve que se tapa el rostro, apunta directamente a la Policía y luego se retira del lugar.
"Fabián Vargas estuvo en diferentes puntos de la marcha y de la plaza de Bolívar. Investigamos si hubo alguna concertación", indicó una fuente en la Fiscalía.
Sobre la pistola neumática, el joven dijo que la compró el año pasado en una tienda deportiva en San Andresito. Y para asegurar su porte llevaba el recibo de compra.
Ahora, además de la flexibilidad de las normas frente al vandalismo, otro debate abierto es el del control a las armas consideradas no letales, pero que en realidad pueden causar daño.
JUSTICIA y ELTIEMPO.COM