Ramón Montaño, un hombre que 57 años y que vivía en el sur de la capital falleció anoche, luego de esperar por más de hora y media una ambulancia que lo trasladara a un hospital para atenderlo, pues presentaba asfixia.
Su hermana, Ana Lucía Montaño, denunció el caso a 'Citynoticias', indicando que llamó a la línea 123 de Emergencias hacia las 7: 45 de la noche para solicitar el servicio.
"Yo salí a hacer una diligencia y cuando llegué él se había trasbocado y estaba fatigado. Le pregunté qué tenía y me dijo que estaba asfixiado. Yo rápido subí y le pedí la ambulancia", explicó Ana Lucía.
Sin embargo, el servicio nunca llegó y luego de más de hora y media, le devolvieron la llamada para indicarle que no habían ambulancias disponibles. "Me dijeron que me movilizara en un taxi al hospital de Kennedy. Yo les expliqué que mi hermano tenía una condición de discapacidad física y que no era posible. Me dijeron que no podían hacer nada y me colgaron", relató Ana.
La mujer mide 1,55 metros de estatura y su hermano pesaba más de 60 kilos, por lo que ella no podía cargarlo. Además, 'Citynoticias' conoció que la llamada de la señora Montaño se realizó a las 7: 45 de la noche, pero que solo media hora después fue registrada en la red de emergencias con una dirección que no coincidía con la vivienda de la familia.
El señor Ramón falleció anoche, por lo que su hermana pidió que espera que estos casos de negligencia no se repitan. "La ambulencia no llegó y ya no va a llegar", concluyó.
'Pos no cubre traslado en ambulancia': Secretario de Salud
¿Por qué no se renovaron los contratos con ambulancias privadas?
Teníamos varios contratos con entre 40 y 60 ambulancias, por $ 30.000 millones, en total. El Distrito cuenta con 130 vehículos propios, que alcanzan para atender las emergencias en vía pública, que son las que nos corresponden.
¿Pero sí dan abasto con esa cantidad de ambulancias?
El año pasado el Distrito recibió 800.000 llamadas de solicitudes de ambulancias y se generaron unos 300.000 despachos de ambulancias.
De ellos, 210.000 casos ameritaron traslado a centro a hospitalario y no más del 10 % (21.000) fueron por condiciones críticas, de las que dependía la vida del paciente. Así, hubo en promedio 58 urgencias vitales que requirieron traslado en vehículos medicalizados. Si el Distrito tiene 130 ambulancias, pues es claro que sí damos abasto.
En total, el 70 % de esos llamados se originan desde lugares privados: la residencia de la persona o desde un establecimiento y eso no es responsabilidad del Distrito. Ni siquiera el POS cubre el traslado, por ley.
¿Entonces qué pasa en esas urgencias vitales que se en lugares privados?
Es obligación de las empresas y universidades tener enfermería y un contrato de ambulancias. POr ejemplo, en el caso de la universitaria embarazada, el problema fue que la universidad no contaba con ambvulancia, como se lo exigen las normas.
¿Pero si uno está en la casa, quién despacha el servicio de ambulancia?
La persona debe desplazarse por sus propios medios. Es decir, llamar la ambulancia y costear el traslado, sea del régimen contributivo o del subsidiado, porque así lo estipula la ley que no lo incluye en el Plan Obligatorio de Salud (POS).
¿La no renovación de los contratos tiene que ver con el plan de austeridad para el sector salud?
Nos tenemos que gastar la plata donde lo necesitamos. Prefiero darle esos $ 30.000 millones de pesos a los hospitales para atender pacientes, que a unos privados por sus ambulancias.
CITYNOTICIAS Y BOGOTÁ