En una operación que desarrolló la Fiscalía, conjuntamente con la Dijín de la Policía y el Ejército, ocho investigadores del CTI fueron capturados este martes.
Los agentes son acusados de haber desaparecido al menos 350 kilos de cocaína luego de que esta fuera incautada. La droga desaparecida tiene un valor de 1.000 millones.
Las capturas se hicieron efectivas en Popayán, Piendamó, Puerto Tejada y Cajibío (Cauca) y en Nilo, Cundinamarca.
Este martes, en la mañana el director de la Policía, general Jorge Nieto, adelantó lo que el mismo calificó fuerte golpe a una estructura criminal.
“Es una operación que está en pleno desarrollo. No puedo entregar más detalles por ahora. La investigación la adelantamos en conjunto con la Fiscalía”, indicó.
De acuerdo con la investigación, los efectivos del CTI cambiaban la cocaína incautada para así apoderarse de ella, lo que ha sido calificado como ‘el cambiazo’. Los detenidos hacían parte del Grupo de Operaciones Especiales del CTI (Gope), que tenía a su cargo las operaciones que involucraban la incautación de narcóticos.
“Los investigadores del CTI realizaban importantes incautaciones de drogas, las cuales una vez presentadas ante las autoridades correspondientes, transportaban para su destrucción; sin embargo, en el recorrido el cargamento era cambiado por medicamentos veterinarios y la droga era entonces comercializada ilícitamente”, dijo la Policía.
Igualmente, también informó que los agentes utilizaban además otra modalidad para desviar el alcaloide. Le hacían creer, por ejemplo, que el vehículo que iban a interceptar en donde era transportada la droga se había desviado del camino. “Se lograron evadir”, decían. De esta forma se apoderaban del alijo.
Los ocho detectives capturados son acusados de los delitos de tráfico, fabricación, porte de sustancias estupefacientes, concierto para delinquir, peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público.
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