Luego de que Colombia ocupara en Chile el segundo lugar en la Carrera Solar 2016, una competencia de automóviles solares única en Latinoamérica, el equipo conformado por instructores y estudiantes del Sena en Santander está dispuesto a asumir otro difícil reto: sensibilizar a los colombianos de que hay modos de transporte, que funcionan con energía alternativa, para movilizarse.
El vehículo solar con el que participaron la semana pasada en el país austral fue diseñado, fabricado y ensamblado por aprendices e instructores del Sena en el Centro Industrial de Mantenimiento Integral de Girón (Santander), y ahora será aprovechado en estudios y pruebas para demostrarle a la sociedad que los carros impulsados por radiación solar son una buena opción para reducir la contaminación del planeta.
Luis David Flórez, instructor del Sena en Girón, dijo que los seis días de pruebas, en los que en cinco etapas debían recorrer 750 kilómetros en el desierto de Atacama, en Chile, demostraron que en el país se pueden fabricar carros ecológicos resistentes, capaces de superar otros modelos fabricados en países como Italia, India, Venezuela, Perú, Bolivia y Chile, con los que compitieron.
Con energía solar
El equipo nacional, integrado por seis instructores y seis aprendices, logró construir el automotor más liviano y el de mejor suspensión y dirección de la competición. Este vehículo fue el mejor calificado en las pruebas preliminares.
El carro, llamado ‘Fénix’, consta de tres ruedas, dos adelante y una atrás; un chasis de aluminio, un motor eléctrico de un kilovatio y tres baterías que alimentan el propulsor.
Flórez dijo que “su particularidad es que funciona con carga eléctrica, con pedales o de forma combinada, solamente utilizando energías renovables y sin usar ni una gota de gasolina”.
El vehículo, que se carga aprovechando los rayos del sol, probó su resistencia en la zona de radiación solar más fuerte y más árida del planeta, donde soportaba temperaturas extremas entre los 40 °C, de día, y los 4 °C de noche. Este es un clima que no se da en ningún lugar de Colombia.
El automóvil realizó un recorrido muy exigente por el desierto, pasando por las ciudades de Tocopilla, Calama, San Pedro de Atacama y Baquedano (región de Antofagasta), Iquique (región de Tarapacá) y por diferentes terrenos geográficos que variaban de 3.300 metros al nivel de mar.
Para su funcionamiento fue necesaria una hora de carga diaria de energía solar, la cual les permitía recorrer de 25 a 30 kilómetros en ascenso y hasta 100 kilómetros en bajada, donde alcanzaba una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora.
Luego de construir el automóvil, durante más de tres meses el grupo de trabajo decidió presentarse en la Carrera Solar de este año, iniciativa que fue apoyada por el Sena y Sennova, que financiaron su participación.
Los colombianos no pudieron vencer a los bolivianos, quienes se llevaron el primer lugar en la categoría de híbridos, con un recorrido de 711 kilómetros en 29 horas y 58 minutos, contra 698 kilómetros en 27 horas y 55 minutos del equipo nacional.
En la carrera participaron otros diez vehículos de distintas nacionalidades.
En tanto, en la categoría de evolución –automóviles que son impulsados solo por energía solar– triunfaron los chilenos de Solar Ka Anu Newen, con 1.736 kilómetros recorridos, seguidos por el equipo Onda Solare de Italia, que se desplazó 1.674 kilómetros.
Estaciones de carga
Por primera vez, los vehículos de la categoría híbrida, es decir que se mueven con pedales y con energía del sol, no llevan un panel solar en su parte posterior. “Ahora los paneles están instalados en estaciones de carga solar que los propios equipos crearon e instalaron en diferentes puntos de la ruta”, explica Leonardo Valencia, director general de la Ruta Solar, la ONG que organiza la carrera.
“Esto nos permitió dar más holgura al diseño porque los paneles ocupaban mucho espacio”, dijo el chileno Rodrigo Díaz, uno de los participantes.
JOHANNA DÍAZ QUINTERO
Para EL TIEMPO
Bucaramanga