Nacional es líder de la Liga, y en la Copa Libertadores tiene ocho partidos invicto y los mismos sin recibir gol y, además, fue el mejor equipo en la fase de grupos.
Pero el onceno verde debe dejar todo eso atrás y que no se convierta en una simple anécdota para este martes, cuando enfrente su partido más importante del semestre: la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores contra Huracán en el Atanasio Girardot, un estadio en el que es fuerte.
El partido en Argentina dejó un sabor agridulce. El resultado, 0-0, no fue malo, pero quedó una sensación de que se pudo traer algo más; aparte, el primer tiempo no fue el mejor.
La inversión que hizo el equipo al contratar jugadores como Víctor Ibarbo y Andrés Ibargüen no es para quedar eliminados en los octavos de final. Y, precisamente, ese par de jugadores deben ser determinantes para lograr la clasificación a cuartos de final, junto a Marlos Moreno y Alejandro Guerra.
A pesar de que se necesita el gol, el equipo no se puede desesperar, porque un tanto de Huracán complicará las cosas. Deben tener mucha calma y buscar esa anotación sin dejarse llevar por el ímpetu que suele tener la tribuna.
Es el partido para demostrar que la gran campaña de la primera parte de la Copa no fue casualidad y que, de verdad, son firmes aspirantes al título, como lo argumenta su fútbol en la cancha.
Papel y lápiz…
ANDRÉS FELIPE VIVEROS BERMÚDEZ
Redactor de EL TIEMPO
@afviveros