En Villavicencio vuelve a arreciar esta semana un aguacero como el del pasado jueves y más de 300.000 personas quedarán sin servicio de agua por tiempo indefinido.
Las precipitaciones de las últimas horas, en especial en el piedemonte, originaron un derrumbe que colapsó parte del viaducto que conduce el agua de las subestaciones de Puente Abadía y Bavaria a la planta de tratamiento de La Esmeralda, con lo cual quedaron fuera de servicio.
Jacobo Matus, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV), indicó que estas se encargan de suplir la demanda del líquido cuando hay problemas en la bocatoma.
Si bien los inconvenientes por taponamiento de rejillas en la línea de aducción del sistema principal fueron superados el fin de semana; en este momento, de haber alguna eventualidad en Quebradahonda por un derrumbe o creciente súbita, el servicio deberá ser suspendido para todos los usuarios de la EAAV –unos 110.000, según cifras recientes de la empresa.
Si bien al cierre de esta edición estaba en proceso de normalizar el suministro de agua para la ciudad, interrumpido durante el fin de semana por estas contingencias (vea recuadro), el gerente fue claro en afirmar que solo hasta dentro de dos semanas (o antes) se podría contar “de manera provisional” con las dos subestaciones, las cuales proveen alrededor de 1.300 litros por segundo. La ciudad requiere 1.600 litros por segundo.
“Ayer esperábamos normalizar el servicio de acueducto para la ciudad al final de la tarde, luego de la presurización de la tubería, pero la ruptura de un tubo viejo en el barrio El Triunfo nos obligó a retrasar el suministro de la línea de conducción del Popular”, puntualizó el gerente.
De hecho, el arreglo permanente, dada la magnitud del daño, podría demorar hasta tres meses
“Ya enviamos un equipo para hacer trabajos de topografía y diseños, luego haremos la evaluación para saber el costo de realizar las obras”, agregó.
Al cierre de esta edición, y gracias al apoyo del Ejército, el gerente de la EAAV se disponía a realizar un sobrevuelo sobre la bocatoma del acueducto para hacer una inspección minuciosa de las zonas afectadas y monitorear otros sectores que hayan sido golpeados por las lluvias.
Serie de daños
La emergencia con el sistema de acueducto comenzó el pasado jueves, cuando una ‘bombada’ de lodo
y piedra taponó las rejillas del sistema de aducción.
Aunque gracias a una retroexcavadora orugada de la EAAV la remoción de escombros se hizo en cuestión de horas, las lluvias del fin de semana originaron nuevos taponamientos.
Además, la máquina se averió y este sábado estaba en proceso de reparación. Por eso fue necesario que el fin de semana se hiciera la limpieza del sector con operarios a pica y pala.
LLANO SIE7E DÍAS