Neira (Caldas) fue este sábado el punto de encuentro de 31 alcaldes y delegados provenientes de municipios que hacen parte de a la declaratoria del paisaje cultural cafetero como patrimonio de la humanidad, expedida por la Unesco en 2011.
Por tercera vez, los entes territoriales se reúnen con el propósito de crear la Asociación de Municipios del Paisaje Cultural Cafetero. Los dos primeros encuentros, hace dos años y cuatro años, fueron en Montenegro (Quindío) y Marsella (Risaralda).
En esta ocasión, los estatutos de la nueva organización quedaron casi listos y hubo una declaración pública de “voluntad política” de los alcaldes para contribuir a la protección del patrimonio, cuya conservación será evaluada este año por la Unesco. Prueba frenta a la cual el optimismo de los alcaldes resulta más bien escaso.
Si esa división de las Naciones Unidas considera que no se está conservando el patrimonio como es debido, puede levantar su declaración oficial como tal.
“El paisaje cultural cafetero está amenazado. Lo publicó EL TIEMPO hace poco”, dijo el mandatario de Neira, Marino Murillo. Su municipio, además de anfitrión, fue escogido como el representante de Caldas en la comisión que deberá hacer una última revisión de los estatutos y aprobarlos.
Este organismo se reunirá el 21 de mayo en una finca del alcalde de Argelia (Valle), Jaime Chalarca, que representará a su departamento. Por Quindío irá el mandatario de Filandia, Roberto Murillo, y Risaralda enviará al de Balboa, Jorge Iván Pulgarín.
El objetivo de la asociación será buscar las sostenibilidad del paisaje cultural en el tiempo, ante los fenómenos que lo empujan a la desaparición. Los más importantes, aparecen en la Declaración de Marsella.
Ese documento fue firmado por todos los alcaldes –la declaración de la Unesco cobija 57 municipios– como producto del encuentro de 2012. Menciona temas factoras como “las dificultades propias de la rentabilidad de la producción cafetera”, la pérdida de saberes por falta de relevo generacional en las familias, los cambios en el uso de la tierra y los riesgos del cambio climático, la contaminación y la actividad sísmica.
Para evitar que todo esto afecte al paisaje, la idea es articular esfuerzos en la implementación del plan de manejo de la Unesco para la protección de este patrimonio. En especial, en lo relativo a la inclusión del tema en los planes de ordenamiento territorial y de desarrollo, tanto locales como a nivel nacional.
“Si no nos organizamos en torno al paisaje cultural cafetero, tenga por seguro que vamos a salir de la declaratoria”, afirmó el alcalde de Palestina (Caldas), Carlos Piedrahíta.
Ultimátum a la Nación
También se acordó crear una segunda comisión, también conformada por un alcalde de cada uno de los cuatro departamentos, que se encargará de elaborar una carta al presidente de la República, Juan Manuel Santos, para pedir más compromiso de la Nación con este tema.
“La expectativa es que no nos dejen solos, porque estos alcaldes están muy comprometidos”, aseguró el director de Cultura de la Secretaría de Gobierno de Santuario (Risaralda), Wilmar Alberto Raigoza.
Entre las exigencias estaría la creación de un segundo documento Conpes por parte del Departamento Nacional de Planeación para el paisaje cultural que se articule con los nuevos planes de desarrollo. La razón es que los de hace cuatro años no incluyeron el tema porque no estaba vigente la ley que lo exige.
Para el alcalde de Neira, “ellos (la Nación) tienen que reconocer el aporte de la cultura cafetera al país” y aseguró que todavía hay tiempo, pero es necesario hacer ese llamado de atención. En especial porque considera que “hace falta que esta declaratoria beneficie al campesino de a pie, que se unta las manos de rojo cuando recoge el café”.
Esa ha sido una de las principales críticas a la política de la Nación por parte de las instituciones locales –no solo alcaldías, también concejos y comités de cafeteros–, que en este evento contaron también con la participación y el apoyo de varias empresas del sector privado que, según el alcalde de Neira, pagaron todo.
MANIZALES