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ONU abre la puerta a discusión de nuevo modelo antidrogas

La resolución aprobada no plantea la legalización, pero acepta propuesta de abordar otros enfoques.

DANIEL VALERO
Los 193 países que tienen asiento en las Naciones Unidas, con el impulso protagónico de Colombia, dieron el jueves un histórico paso al aceptar discutir un reenfoque en la lucha contra las drogas y admitir que este flagelo debe ser abordado desde una óptica de derechos humanos y salud pública, pero sin bajar la guardia en el combate frontal contra la criminalidad organizada del narcotráfico.
Los países reunidos en una sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas (Ungass, por sus siglas en inglés) acogieron una resolución de 27 páginas en la que se admite que las fórmulas represivas ya no están arrojando los resultados esperados, por lo que es momento de darles espacio a nuevas alternativas para enfrentar un fenómeno que genera millones de muertos en el planeta. (Lea también: 'Colombia no aboga por la legalización de las drogas ilícitas')
La tesis central de esta trascendental declaración política es que los Estados deben tener más autonomía para aplicar las convenciones que se han firmado en torno al combate contra los estupefacientes, pues cada uno tiene realidades distintas en las que enfrentan este flagelo. Eso sí, la cooperación entre naciones sigue siendo clave.
La intención de este planteamiento es que el narcotráfico, pero especialmente sus grandes cabezas, sea combatido con toda la fuerza disponible, mientras que los consumidores puedan tener un tratamiento desde el punto de vista de la salud pública, y los eslabones más bajos de la cadena del tráfico de estupefacientes sean abordados desde una óptica no punitiva (derechos humanos).
Si bien esto no tendrá efectos inmediatos en el terreno, en especial en los países más golpeados por el narcotráfico –como Colombia, México o Guatemala, entre otros–, sí abre un espacio de discusión que les permitirá a estas naciones diseñar políticas más autónomas. De hecho, varios de ellas ya lo están haciendo. (Lea también: Santos le propone al mundo un cambio en la lucha contra las drogas)
Uno de los orígenes de este reenfoque está en el 2012, cuando en la Cumbre de las Américas que se realizó en Cartagena –de la mano de México y Guatemala– se promovió un debate internacional sobre este aspecto, y el mismo presidente estadounidense, Barack Obama, aceptó hacer parte de esa discusión.
Y todo esto rindió frutos el jueves. El presidente Juan Manuel Santos, ante el pleno de la Asamblea de la ONU en Nueva York, aseguró que este paso es indiscutiblemente un gran avance en la lucha contra las drogas, el cual no implica pedirle al mundo que legalice sustancias ilícitas, sino que promueva alternativas.
“Hay una gran gama de opciones que podemos explorar para mejorar nuestro desempeño frente a este flagelo, protegiendo al ser humano y brindando oportunidades a las comunidades campesinas presas del negocio del narcotráfico. Colombia no aboga por la legalización de las drogas ilícitas”, precisó Santos.
El mandatario les dijo a los 193 países que están reunidos en torno a la ONU que los enfoques mantenidos hasta la actualidad no dieron los resultados esperados, por lo que ya hay que comprender que el mundo no estará libre de drogas.
Santos, no obstante, dejó en claro que temas como la pena de muerte por delitos relacionados con el narcotráfico están pendientes de abolirse, o, por lo menos, de declarar una moratoria para en un futuro cercano poder eliminarlos de las legislaciones. Y, además, que ya es hora de descriminalizar el consumo.
Colombia también hizo votos por la conformación de un grupo especial de personalidades mundiales, auspiciado por la ONU, para que se dedique a analizar los avances y los asuntos pendientes en todo lo relacionado con la lucha contra las drogas.
Por eso es que Santos, citando la experiencia colombiana, recordó que “las cárceles son para delincuentes, no para adictos, que, dicho sea de paso, en la cárcel se vuelven delincuentes. Sigue pendiente reconocer que las medidas represivas han recaído de manera desequilibrada sobre los eslabones más débiles de la cadena del narcotráfico”. (Lea también: Las tesis de Colombia para reenfocar lucha contra drogas)
Respaldo regional
Colombia ha cargado con el lastre de ser el principal productor de coca por mucho años, entre otros cosas por el conflicto y el fenómeno del paramilitarismo, por lo que en instancias internacionales se le reconoce su autoridad moral para impulsar este tipo de debates. Y eso quedó claro el jueves en Nueva York.
Los otros dos grandes productores de coca, Perú y Bolivia, se sumaron a la postura nacional y, de paso, pidieron un mayor compromiso de quienes son los grandes consumidores: Estados Unidos y Europa. (Lea también: Varias ONG anuncian a posición del Gobierno frente a las drogas)
El presidente peruano, Ollanta Humala, afirmó que “gran parte de la demanda de drogas que está saliendo de la región está yendo a esas regiones, incluso más a la Unión Europea que a Estados Unidos, por lo que se requiere una asociación estratégica mas no de cooperación, porque eso no conlleva responsabilidades”.
Y Evo Morales, el mandatario boliviano, afirmó que “la economía ilegal mantiene una expansión global”, lo que, añadió, demuestra “el fracaso de lo hecho hasta ahora”. Incluso, ante Ungass sacó de su bolsillo una hoja de coca para mostrar que es una planta tradicional.
A estas naciones se sumó, entre otras, Chile, cuyo canciller, Heraldo Muñoz, aseguró que es necesario el “multilateralismo” para abordar un nuevo enfoque. Y otros países, como Uruguay y Jamaica, criticaron que en la declaración admitida falte una mención directa a la despenalización de la tenencia de ciertas sustancias.
Todo esto dejó claro que Colombia tuvo un papel protagónico cuando en el mundo se decidió abrir el debate para replantear la lucha contra las drogas, y que lo tendrá cuando se apliquen modelos alternativos, pero, además, que el mundo aún tiene tareas pendientes por abordar antes del 2019, cuando se vence el plazo sobre los objetivos que hay en esta materia. Este fue el primer paso. (Lea también: Santos llama al mundo a discutir tema de drogas con 'franqueza')
‘Falta de popularidad del Presidente no afecta el proceso de paz’: Santos
Durante un diálogo a través de Facebook con el diario estadounidense ‘The New York Times’, el presidente Juan M. Santos reconoció sus problemas de imagen, pero advirtió que estos no tienen por qué afectar los diálogos de paz.
“No creo que la falta de popularidad temporal del Presidente, y espero que sea temporal, vaya a afectar el proceso de paz”, precisó el jefe de Estado, quien, según encuestas recientes, tiene una aprobación de entre el 15 y el 20 por ciento.
Afirmó que, no obstante estas cifras, “el apoyo (al proceso de paz) es mayoritario y con creces”. Y recordó que hace unos días el Senado aprobó, en sexto debate, el acto legislativo que implementa los acuerdos de paz.
DANIEL VALERO
Enviado especial de EL TIEMPO
DANIEL VALERO
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