¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Una locura llamada Wrestlemania

El público paga altas cifras por tener algo de sus ídolos. Este domingo se celebra la edición 32.

Nada importa por estar cerca de un ídolo, tomarse una foto con él, que le firme un autógrafo, comprar algo alusivo o simplemente verlo pelear, y todo eso sucede alrededor de Wrestlemania, que se lleva a cabo en Dallas (Texas).
El público enamorado de su 'religión', en este caso la lucha, pues no escatima esculcarse los bolsillos, sacar dinero en efectivo o pagar a crédito algo por lo que siempre ha soñado.
En una especie de pabellón, similares a los que en Bogotá tiene Corferias, se ha concentrado el mundo de esta disciplina en torno a unos atletas que han despertado el interés, no solo por su manera de pelear, sino por sus atuendos, nombres y shows.
Ir a este sitio a compartir con los aficionados a la lucha y poder ver a los mejores del mundo cuesta, pero a pesar de los altos costos no hay nadie ni nadie que se sienta orgulloso al decir: "Conocí a tal y acá está la foto y su autógrafo",  le dijo a EL TIEMPO Jhon Carter, un estadounidense que no se pierde una pelea y es su tercera vez en Wrestlemania.
"Vengo a Dallas porque me propuse perseguir a estos deportistas en este evento tan grande. Siempre he sido admirador de los luchadores, pero lo más importante es que lo pueden disfrutar toda la familia", agregó Carter.
Cada persona debía de cancelar 50 dólares, unos $150.000, por tener la oportunidad de ingresar al recinto, no tienen derecho a más.
Eso le sirve para admirar el sensacional montaje que hizo la organización, y de pronto tomarse la foto con alguna figura, nada más.
Los otros 50 dólares de la camiseta, los 35 de una cachucha o los 21 que vale una  hamburguesa con gaseosa, pues también hay que ponerlos. Nada es gratis.
Si usted es fanático de una de las grandes estrellas como Triple H, Roman Reings, Sting, Charlotte, Sasha Banks o The Undertaker, pues debe pagar un boleta VIP, que dobla la entrada normal.
"Eso a uno no le importa. Yo trabajo en la construcción en Dallas y ahorré porque no tengo la oportunidad de ir a otro estado. No tengo mucho dinero, pero lo normal para ver a los luchadores que uno ve en televisión", aseguró Pedro Rodríguez, un mexicano que gracias a Sin Cara la lucha es su media vida.
Y, claro, ya adentro, pues hay que comprar la chaqueta (200 dólares), la camiseta del evento (40 dólares la más barata), el llavero, la cachucha y los atuendos que identifican a cada personaje.
"Hay gente que viene de Australia, México, España, Inglaterra, países cuya afición ha crecido. Vea, no les importa lo que valgan las cosas, las compran, y no solo una, sino que toda la familia va a lucir algo, así que ya se puede imaginar lo que esto mueve", declaró a EL TIEMPO Clara Jiménez, una de las voluntarias de la organización.
Y agregó: "La verdad, es caro todo, pero a la gente de este país le gustan esos eventos y le meten la plata que sea".
Es normal ver al público luciendo los cinturones de los campeones, no tan pesados ni tan llamativos como los del boxeo profesional, pero para los amantes de la lucha valen mucho más.
"Hay desde 60 dólares y los pueden conseguir hasta de 600 dólares, que son los de mejor confección. Lo que rescato es que el público para estos eventos la tira toda. Vienen de todo el país y me he dado cuenta de un buen número de extranjeros", precisó Daianna, una de las vendedoras de la tienda principal.
Y lo anterior sin contar que este domingo ya está la boletería vendida para el evento principal, pero si no se consigue la boleta, pues hay que pagar un poco más por su reventa, y eso, sumado a lo que se ha gastado, pues confirma que la Wrestlemania se resumen en dos palabras: una locura.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
Enviado especial
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO