Al problema climático que padecen Antioquia y el país por causa del Fenómeno de ‘El Niño’, ahora se suma la crisis por contaminación ambiental.
Este martes el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Eugenio Prieto Soto, informó que la situación es crítica en esta zona del país, pues los niveles de contaminación alcanzaron su punto más álgido en los últimos días.
“Es la primera vez en la historia que se presenta esta condición crítica en todas las estaciones de monitoreo. Los niveles de contaminación en la subregión están por encima del estándar nacional”, dijo Prieto.
Por ello, el Consejo Metropolitano de Gestión del Riesgo pidió a las autoridades ambientales informar a la opinión pública sobre esta situación, que cataliza la crisis ambiental que padece Colombia desde hace varios meses.
El informe fue dado por la Universidad Nacional y la Universidad Pontificia Bolivariana, instituciones encargadas de realizar el monitoreo en las estaciones del Valle de Aburrá.
“Este momento crítico es un llamado de atención para que la ciudadanía y el sector industrial hagamos un alto. Es un asunto que nos afecta a todos. Por ello, debemos tomar las medidas necesarias”, agregó Prieto.
Las autoridades dieron dos recomendaciones básicas a la población: una es reducir en la mayor medida posible el uso de vehículos particulares, invitando a implementar, principalmente, el transporte público. La otra es no realizar actividad física al aire libre, en especial, entre las 6:00 a. m. y las 10:00 a. m., debido a que es el período del día en que más se incrementan los niveles de contaminación en el aire.
Al respecto, la directora de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá, Carmen Zapata, afirmó que “normalmente los meses de marzo y noviembre son los más contaminados por las condiciones climáticas que incluyen lluvias, y esto hace que no se expanda la capa de mezcla de partículas, pues la bruma no alcanza a superar la altura de las montañas, por lo que se acumula la contaminación”.
Sin embargo, este año hay fenómenos externos e internos que agravan la situación. Por una parte, Zapata explicó que se presentó un evento pequeño de arena proveniente del desierto del Sahara, que se debe a corrientes de aire que arriban a estas tierras desde el continente africano.
![]() Una recomendación es reducir en la mayor medida posible el uso de vehículos particulares, invitando a implementar el transporte público. Foto: Esneyder Gutiérrez |
Por otro lado, se han presentado incendios en el oriente del país y en Venezuela, que transportan material quemado (aerosoles) en partículas muy pequeñas hacia el Valle de Aburrá. A esto se suman las condiciones climáticas y la contaminación normal en esta subregión.
“Hacemos un llamado a la gente para que contribuya con la disminución de la contaminación interna, porque los factores externos no los podemos controlar”, aseveró Zapata.
La directora de la Red de Monitoreo del Aire del Valle de Aburrá añadió que la velocidad del viento es muy baja y, dado que las partículas no suben lo suficiente, esto causa que se acumule la contaminación en el entorno.
El día más crítico fue el miércoles 9 de marzo, cuando hubo 129 microgramos por metro cúbico de material articulado (PM) 2,5. La norma es de 50, por lo que la semana pasada el incremento fue casi tres veces superior a lo normal.
“En estos momentos, aún estamos en el doble de la norma y las concentraciones de materia articulada (brumas, humos y polvo) son superiores a las que se presentan en Bogotá, pero no es un fenómeno normal, pues se trata de un evento inusual en el que se han mezclado varios factores. Hasta que estos niveles no se normalicen, no podemos levantar la alerta”, dijo Zapata.
Por su parte, María del Pilar Restrepo, subdirectora ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, afirmó que el exceso de material articulado puede generar problemas respiratorios en las personas. Por ende, se deben tomar todas las medidas de control para proteger a la ciudadanía, en especial, a las personas que sufren de alergias, a los niños y a los adultos mayores.
Por ahora, las autoridades sesionarán de manera permanente con el Consejo Metropolitano de Gestión del Riesgo para informar a la comunidad el estado de la calidad del aire. Las universidades encargadas darán los reportes al respecto.
“El fenómeno podría menguar hacia finales de este mes o principios de abril, si las condiciones meteorológicas mejoran”, dijo Restrepo. Por lo pronto, la alerta continuará.
LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO
Para EL TIEMPO