Desde el 2012 hasta la fecha, septiembre de 2015 ha sido el mes en el que Transmetro ha tenido que arreglar más puertas de sus buses y estaciones.
El balance de aquella vez arrojó que por cuenta del vandalismo y el mal uso de algunos pasajeros tuvieron que ser compuestas 638 de esos accesos.
Y es que entre los que se tuvieron que hacer en 2013 (6.236) y el año pasada (5.647) está el 70 por ciento de los 16.900 arreglos que el Sistema Integrado de Transporte Masivo ha tenido que hacer.
Inversión: $600 millones
Es por eso que con una inversión que asciende a los 600 millones de pesos, en la estación La Catedral, ubicada en la troncal Olaya Herrera con calle 50, la empresa inició la instalación del nuevo sistema de cierre y bloqueo de puertas que operará en todas las estaciones, como parte de la estrategia contra el vandalismo y la falta de cultura ciudadana de algunos habitantes de la capital del Atlántico.
Los trabajos incluyen la instalación del nuevo sistema de cierre y bloqueo en 210 puertas, y la reparación de 126, que han sido averiadas solo en enero de este año por las causas citadas.
Así funciona
El proyecto incluye la recuperación del sistema mecánico de apertura y cierre de puertas en plataforma, y la instalación de electroimanes con capacidad de presión de 600 libras para mejorar el sistema de cierre y bloqueo.
El mecanismo se activa cuando los buses alinean sus puertas con las de la estación y solo desde el vehículo se puede enviar la señal para abrirla.
En casos de emergencias en el interior de la estación se puede activar el mecanismo, lo que ayudaría a mitigar los daños en caso de que se lancen piedras contra la infraestructura, por ejemplo y como ha ocurrido y varias ocasiones.
Transmetro informó que ha tomado la estación La Catedral como prototipo de este nuevo sistema y luego de finalizarse los trabajos de instalación en todas las puertas se iniciará la socialización de su uso con toda la ciudadanía.
Según el cronograma de reparación e instalación, todas las puertas de las estaciones deben contar con este nuevo sistema de cierre y bloqueo en el mes de agosto.
El proyecto incluye la instalación de 3.000 piezas entre soportes para motor y reductor, dispositivos para graduación de distancias, piñonerías de transferencias, balineras, receptores de frecuencias de buses, correas acopladoras, electroimanes y cubiertas.
“Insistimos en que el mayor daño que dejan estos actos vandálicos es el social por su afectación a la salud e integridad de los ciudadanos, quienes además se afectan cuando dejan de movilizarse a sus destinos, toda vez que las rutas deben ser suspendidas, ya que los buses tienen que salir de operación, pues los vidrios rotos representan un peligro para los usuarios”, anotó la oficina de comunicaciones de Transmetro.
En enero pasado, la empresa Sistur, una de las dos que opera el sistema, en compañía del gerente de Transmetro, Ricardo Restrepo, denunció a vándalos que atacaron, dentro de una protesta de motociclistas, a varios de los buses.
Los hechos dejaron cuatro usuarios y un operador herido, tres buses padrón con un total de 15 vidrios partidos. Con un bus apedreado, promediando ocho viajes diarios, el sistema calcula que deja de recibir entre 360 y 1.280 usuarios.
Andrés Artuz Fernández
Redactor de EL TIEMPO
Barranquilla.
