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El drama de Hernán, frenado por el cáncer y la falta de pago de Coobús

El conductor no recibe sueldo hace dos años. Le diagnosticaron un tumor y podría perder su casa.

John Cerón
A escasas cuatro cuadras de donde vive Hernán Guarín, conductor del intervenido concesionario Coobús del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), 150 buses de esta empresa se pudren al sol y al agua.
Tan abandonado como los carros sobrevive él, que hace dos años no recibe sueldo, prestaciones de ley ni mucho menos seguro social. A esto se suma un problema mayúsculo: hace dos semanas le diagnosticaron cáncer en el esófago.
“Todos los días salgo de la casa y camino hasta este parqueadero y miro los vehículos. Mi trabajo, mi salud y el bienestar de mi familia están ahí tirados”, señala Guarín, de 50 años. De su carpeta extrae una copia de su contrato de trabajo con Coobús y los papeles de su historia clínica.
Dentro de los documentos hay uno del Hospital Universitario San Ignacio: “Paciente que requiere implantación de CVC (catéter venoso central) para inicio de quimioterapia”, resume el dictamen médico.
“El 7 de diciembre pasado, cuando prendía velitas con mis hijos, mi esposa me brindó un jugo, pero no me lo pude tomar, no me pasó de la boca. Al siguiente día me llevaron de urgencias a la clínica. Tenía un tumor en el esófago que me impedía tomar o comer; ahí empezó todo”, relata Guarín.
Fueron 15 días hospitalizado, en los que le practicaron los exámenes y determinaron que padecía de cáncer. “De Coobús no he recibido ni una llamada ni un peso. Ellos saben de mi condición”, asegura, al momento que se levanta para ir al baño a toser y escupir. En ocasiones no puede tragar saliva.
Este drama también lo vive su esposa, Diana Rocha, quien ha tenido que trabajar y hacerse cargo económicamente del hogar. “Antes estaba en la casa y cuidaba a nuestros siete hijos, pero desde que Hernán no recibe sueldo la vida cambió”, apunta Diana.
Al ver la condición de Hernán, ella decidió afiliarlo como beneficiario en el sistema de salud y esto en parte les ha ayudado a aliviar las cargas, aunque en cada cita médica tengan que pagar parte del tratamiento y los medicamentos.
“Nunca me han hablado de que si mi esposa me ponía como beneficiario yo perdía mi condición de cotizante. Si ella no me hubiera afiliado, mi vida estaría volando y no me hubieran atendido. Coobus está en mora en todo”, agrega Guarín, quien espera que la Supertransporte acelere para resolver la situación de la empresa y así saque del limbo a sus trabajadores.
“Me rebusco la vida manejando algunos carros que un amigo trae de Buenaventura, pero es poco lo que gano”, asegura contrariado, porque siente que a su vida le llegó un frenón sin previo aviso.
El drama se alarga
“Mi hija mayor (de 18 años) no pudo volver a la universidad donde estudiaba Enfermería, nos colgamos en la matrícula”, se lamenta Hernán.
A esto se suma el atraso en 13 cuotas del pago al banco, por un crédito de la casa donde vive en Fontibón. “Llamaron a decirme que en estos días pasan a jurídica ese atraso. Pagaba mensualmente $ 284.000, pero por la mora la cuota subió a $ 350.000”, reseña, al instante que revisa en los papeles y encuentra que este primero de marzo tiene programada la cita para la instalación del CVC. Entonces comenzará la quimioterapia.
Lo que responde la empresa Coobús
Adriana Betancour, gerente interventora de Coobús, dijo que el caso de Hernán Guarín, al igual que muchos en Coobús, refleja que la solución a este problema no da espera. “En la reunión sostenida con él se pudo concluir que renunció a la condición de cotizante en la EPS y decidió irse como beneficiario de la EPS de su esposa. Le propuse que como abogada estaba dispuesta a pelear para que le garantizaran su atención medica; pero él ya se había ido como cotizante, y el problema se complica porque así le cobran una tarifa”, agrega la funcionaria.
Betancour recalcó que no está solamente en su cargo como gerente interventora para intentar salvar una empresa, sino para luchar por miles de familias que, como la de don Hernán, la están pasando mal con esta situación: “Solo esperan recibir una pronta solución, en la que ya todos estamos trabajando”.
John Cerón
Redactor de EL TIEMPO
John Cerón
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