Este miércoles, el general Rodolfo Palomino solicitó al presidente Juan Manuel Santos que lo apartara del cargo como director general de la Policía Nacional, así mismo, notificó su solicitud de retiro, después de 38 años dentro de la institución.
Esta decisión se da en medio de la investigación que adelanta la Procuraduría contra el general Palomino, que está basada en tres aspectos: posible incremento patrimonial injustificado, presuntos seguimientos e interceptaciones ilegales a periodistas y por la supuesta creación y puesta en marcha de una red de prostitución, denominada 'La comunidad del anillo'.
Estos son algunos de los apartes más importantes del discurso del general Palomino:
“He tomado la decisión, en el seno de mi hogar, junto al cuerpo de generales y de cara al país de pedirle al Presidente que me aparte del cargo como Director de la Policía Nacional, estoy presentando mi solicitud de retiro, sabiendo de mi absoluta inocencia frente a los cargos que se me imputan”.
“Tengo la certeza absoluta y plena de que no soy culpable de ninguno de los cargos que se me imputan y así como la Fiscalía ha estado investigando y no ha encontrado hasta el momento elementos para vincularme, estoy seguro de que la Procuraduría tampoco lo hará”.
“No puedo permitir que el director de la Policía esté siendo investigado y esté siendo puesta en duda su transparencia, su honorabilidad, estoy seguro de que esta campaña contra su servidor contra la institución, que en oportunidades ha querido polarizar al país, a los medios de comunicación, y han querido, eso sí infructuosamente, desvertebrar este solido cuerpo de generales, esta policía tiene una cita incambiable e irrenunciable con la patria”.
“Doy mi paso al costado, diciéndole a ustedes, mis compatriotas, que he dedicado mis mejores esfuerzos a servirle a la patria y que me voy pleno de felicidad, porque me he sentido feliz, me he sentido útil (…), dejo con orgullo el uniforme”.
“Fui durante estos 38 años inmensamente feliz, como feliz soy en mi hogar; por eso, querida y hermosa Evita, mi esposa: gracias por estos 32 años de absoluta, de envidiable y feliz fidelidad y grata compañía, gracias por estos hermosos hijos. Qué más le puedo pedir a la vida”.
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