En departamentos y ciudades, las privatizaciones son tema crítico porque esas entidades públicas no pueden financiarse únicamente con los impuestos que cobran y las transferencias que reciben de la Nación (participaciones y regalías). Necesitan rentas y otras fuentes de ingresos, pero privatizaron sus electrificadoras y telefónicas, razón por la que ahora piden más impuestos y ‘mermelada’ nacional. (Lea también: Privatización deja menos de 100 propiedades públicas en Colombia)
Los casos de Bogotá y Medellín así lo confirman. La capital de Antioquia progresa, entre otras razones, porque es dueña del ciento por ciento de EPM, que le gira a la ciudad dividendos tan cuantiosos como los impuestos que recauda, porque EPM, a través de UNE y gracias a su alianza con Tigo, hace parte del segundo operador de telecomunicaciones de Colombia, y tiene tanta presencia en el sector energético que es accionista fuerte de Hidroituango, en poco tiempo la central generadora de mayor capacidad en el país.
Por el contrario, Bogotá privatizó el 30 por ciento de su Empresa de Energía, el 50 por ciento de Emgesa, el 50 por ciento de Codensa y el 10 por ciento de la ETB. Tal vez por ello no ha podido financiar el metro ni continuar la descontaminación del río.
A pesar de nuestra fiebre privatizadora, no tocamos las licoreras y loterías que ejercen anacrónico monopolio y que en su mayoría son nidos de politiquería y corrupción, a más de que están creando problemas con el Grupo Andino y las organizaciones y países con los que firmamos tratado de libre comercio.
Ni siquiera las sometemos a la competencia del sector privado porque son la caja negra de la financiación de campañas electorales, no porque creamos que producir aguardiente y ron y jugar lotería sean funciones estratégicas e intransferibles del Estado, sino porque no podemos atentar contra la mayor fuente de mermelada regional, todo a sabiendas de que los departamentos percibirían más ingresos cobrando impuestos que intentando ser empresarios de bebidas alcohólicas.
JAIME CASTRO
Exconstituyente y exalcalde de Bogotá