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Reconocimiento a la ardua labor periodística de Jineth Bedoya

La reportera fue galardonada con el Premio al Mérito Periodístico, por sus 20 años de experiencia.

EL TIEMPO
Después de haber visto cientos de muertos, caídos en combate por el conflicto armado durante los últimos 20 años, la periodista Jineth Bedoya tiene recuerdos que no ha podido borrar.
“El más doloroso fue en Gutiérrez (Cundinamarca), en 1999, cuando las Farc se iban a tomar el pueblo. Eran 1.500 guerrilleros que cogieron dormidos a un grupo de soldados y los mataron (...). Me tocó subir el páramo en tacones, porque no esperaba tener que salir corriendo, tuve que quitarme los zapatos y subir descalza, el barro me daba hasta la rodilla. Hubo un momento en que puse el pie y se me hundió la pierna en el barro casi hasta la ingle. Tuvieron que jalarme y entonces sentí algo en el pie. Cuando salió, en la planta del pie estaban pegados los sesos de uno de los soldados. Para mí, esa imagen nunca se me va a olvidar”.
Bedoya cumple dos décadas recorriendo el país, sus cárceles, los combates, en la defensa de los derechos de las mujeres. Esa pasión por el oficio fue reconocida ayer por el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) con su máximo galardón, el Premio al Mérito Periodístico, que recibió en el auditorio de la Cámara de Comercio, de Bogotá.
Bedoya habla rápido y sus ojos pestañean poco cuando recuerda sus primeros años de carrera: “Me tocó vivir una época muy dura de mi generación: el narcotráfico, las guerrillas, el paramilitarismo, el proceso 8.000... Pero no existía la mínima posibilidad de escoger otra cosa: yo quería hacer periodismo”.
Su afán por contar la realidad fue la característica que más llamó la atención de Jorge Cardona, editor general de 'El Espectador' y profesor de Bedoya, cuando ella estudiaba Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Central.
“En una clase les pedí a los estudiantes que hicieran una nota sobre un acontecimiento que ellos hubieran vivido. Al día siguiente, llegó con una historia de una incursión de una banda delincuencial cerca de su casa. Fue una historia que me encantó”, recuerda Cardona, quien luego la recomendó para trabajar en el noticiero 'Alerta Bogotá', de 'RCN radio'.
Previamente, Bedoya había trabajado en la 'Radiodifusora Nacional', en un programa cultural, y en un periódico ambientalista. Pero en su sangre estaba la reportería judicial.
Luego de dos años y medio en Alerta Bogotá, pasó a trabajar en 'El Espectador', en el que denunció en el año 2000 la desaparición de 16 internos de la cárcel La Picota y contó cómo fueron mutilados y arrojados al desagüe de ese penal. Justamente, mientras estaba haciendo un trabajo de reportería, el 25 de mayo de ese año, fue secuestrada, violada y torturada por paramilitares recluidos allí.
“Después de que pasó el secuestro, la situación era muy difícil –dice Cardona–. Le pedían que se fuera del país, que cambiara de fuente. Nos sentamos a hablar y le dije que la única manera de curarse era por medio del periodismo”. Contra la voluntad de muchos, Cardona la envió al sur del Bolívar a entrevistar a los líderes del Eln y la motivó a mantenerse en el periodismo.
“Mis escritos han generado que salgan generales del Ejército y la Policía, han dado golpes informativos en momentos muy especiales para el país. Si algo le agradezco al periodismo es que me ha obligado a conocer el país, recorrer la selva y las montañas”, dice Bedoya.
Andrés Mompotes, subdirector de Información de EL TIEMPO, destaca el valor de abordar temas coyunturales para el país: “Ella vivió permanentemente, minuto a minuto, donde se sentía el conflicto y de la manera más dura en las zonas de combate, donde estaba la guerra real. Jineth decidió estar ahí con los sacrificios que eso implicaba, pero siempre riendo y de buen humor”.
Amor por la profesión
La periodista también ha plasmado la realidad del país en libros como 'Diario de un combate', 'Las batallas de Jineth Bedoya', 'Te hablo desde la prisión' y 'Vida y muerte del Mono Jojoy'. Esa hambre de recorrer, preguntar y escribir sobre momentos álgidos para el país es una de las características por las que otros periodistas la reconocen.
“Uno sabía que cuando no estaba en el periódico estaba haciendo lo más sagrado del periodismo, que es la reportería. Ella hacía reportería siempre y dudaba de todo. Tiene un olfato que les conozco a muy pocos periodistas”, recuerda Juan Roberto Vargas, director de 'Noticias Caracol' y editor de judiciales de EL TIEMPO entre el 2001 y el 2002.
“Con Jineth, uno se burla de la vida. Lo mejor es que ella tiene lo que se necesita para ser periodista: buen humor y terquedad. Así como nos burlábamos, nos tomábamos muy en serio los cubrimientos. Recuerdo que ella se obsesionaba diez días con los temas. No paraba hasta desgranarlos. Es una reportera que encarna la esencia misma del periodismo”.
Cuando Bedoya compara el esfuerzo y la dedicación que ella tuvo, frente a la labor los periodistas más jóvenes de ahora, no duda en decir que en las salas de redacción del país hace falta amor por la profesión.
“El periodista de hoy tiene pereza, mientras que el lector siempre quiere calidad. Por eso, digo que el periodismo que se hace hoy es muy mediocre. Los más jóvenes no están enamorados de la profesión, no leen. Los periodistas de mi época sabíamos de la historia del país. Los de ahora, no, porque son periodistas de escritorio”, señala.
Su trabajo como periodista no se ha detenido en el cubrimiento de la guerra. También mantiene una férrea lucha por visibilizar la violencia que deben afrontar las mujeres en el país.
El periodismo tiene una oportunidad de oro para recuperarse y es narrar la implementación de los acuerdos, documentar las historias de las víctimas” dice. Por eso, afirma que el cambio que le espera al país vendrá desde los procesos regionales que adelantan mujeres cansadas de la guerra.
“Ellas son las que construyen paz, son protagonistas de la paz que quiere el país”.
Una historia que debe ver la luz
Al aceptar el Premio al Mérito Periodístico del CPB, la periodista Jineth Bedoya hizo una petición a los directores de EL TIEMPO y 'El Espectador' para que se termine de escribir “a cuatro manos” el artículo que quedó inconcluso el día de su secuestro y que los dos medios publiquen este “capítulo nefasto de la historia de la ciudad y el país, que no solo se ensañó conmigo, sino con cientos de personas más”. Esa investigación truncada hace 15 años, 8 meses y 15 días –recordó la periodista– quería destapar “la corrupción más rampante, representada en una gran red de tráfico de armas, secuestros, asesinatos, desapariciones y sobornos, manejada desde la cárcel La Modelo”.
Esa historia se quedó sin ver la luz de las rotativas. Es mi obligación que la vea”, dijo Bedoya, quien destacó en su discurso que, tras el cruento ataque en su contra, continuó en el oficio porque “fue el periodismo el que me devolvió la vida”.
“La redacción de 'El Espectador' tuvo que sufrir mi secuestro y fue mi bálsamo. La de EL TIEMPO ha sido mi combustible para no declinar y para amar con mayor intensidad el periodismo”, agregó Bedoya.
Otros ganadores en prensa, radio, televisión e internet
Además de Jineth Bedoya, el CPB distinguió ayer a los ganadores en siete categorías así:
En prensa, el galardón fue para Diego Rubio, por su trabajo ‘Un desplazado llega a Bogotá’, publicado en la revista 'Soho'. En esta categoría también estaban nominadas Carol Malaver y Alejandra Serrano, de EL TIEMPO.
En caricatura, ganó Alberto Martínez ‘Betto’, por su trabajo ‘Tensión’. En fotografía, el premio se lo llevó Víctor Galeano, de la revista 'Soho', por su trabajo ‘La última semana de Ovidio González’, el papá del caricaturista Matador.
En radio, ganaron Vicky Dávila, Nancy Sáenz, Jairo Lozano, Juan Pablo Barrientos y Angélica Barrera, de 'La FM', de 'RCN', por su investigación ‘La mala hora de la Policía’. En televisión, la periodista Bibiana Bello, de 'Canal Capital', fue la vencedora, con su trabajo ‘Genocidio wayú’.
Con ofrendas florales en el parque de los Periodistas y el Cementerio Central, el CPB rindió tributo a los periodistas muertos por ejercer su labor. Claudia Rubio / EL TIEMPO
En medios digitales, el ganador fue Elpais.com.co, por el trabajo ‘Minería ilegal, el cáncer de los Farallones’, realizado por Hugo Mario Cárdenas, Oswaldo Páez, Marco Javier Guerrero, Manuel Otálvaro y Mauricio Montoya. En este apartado, fue finalista el producto ‘José Barros, el compositor del río’, de la sección Cultura y Entrete- nimiento de EL TIEMPO.
Y como tesis de grado, la ganadora fue Estefanía Carvajal Restrepo, de la Universidad de Antioquia y exalumna de la Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO, por su texto ‘Tras rejas extranjeras’.
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