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Las 500 millas del monólogo 'Ni mierda pa'l perro'

La obra está de celebración con una temporada en el Teatro Ditirambo.

CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
Diez años. 500 funciones. Esos son los números redondos que acaba de cumplir el monólogo Ni mierda pa’l perro, escrito por Rodrigo Rodríguez e interpretado por Margarita Rosa Gallardo, que está celebrando su aniversario con una temporada en el Teatro Ditirambo, de Bogotá.
En este medio millar de presentaciones, Gallardo ha encarnado a Gilma Tocarruncho, una humilde campesina del municipio de Garagoa (Boyacá), que sale de su pueblo con la ilusión de encontrar prosperidad económica, un mejor futuro para su familia y poder comprar una caja de dientes.
“Es una situación maravillosa para mí como actriz –cuenta Gallardo sobre el reto de seguir haciendo este monólogo–. Me exige tener frescura, interpretarla cada noche con nuevas expectativas, porque cada noche tengo un público distinto y solamente una oportunidad con esos espectadores”.
Esa relación entre el público y la historia, dice la actriz, es una de las razones para que la pieza haya logrado mantenerse tanto tiempo en cartelera.
“A diferencia de una mercancía, el arte justamente permanece porque los espectadores tienen una interpretación y una apropiación de la obra, y en ese sentido la perdurabilidad del arte no se mide por el tiempo, sino por los niveles en los que llega a comunicarse con sus audiencias”, argumenta.
En su periplo a la gran ciudad, Tocarruncho se topa con varias dificultades, algunas amorosas, otras de explotación laboral, lo que le va poniendo tintes de tragedia a la situación. La protagonista les cuenta toda su historia a los espectadores, que se distribuyen como si fueran comensales de una tienda de una cancha de tejo.
Para crear este unipersonal, Rodríguez se basó en otra creación suya, La gallera de todos los santos, que también profundiza en un drama popular.
Gallardo asegura que Gilma logra convertirse en un personaje universal porque su historia habla sobre las mujeres maltratadas y sobre la vulneración de los derechos de personas que se van de su tierra para buscar oportunidades en otros territorios.
“De hecho, muchas de las esclavitudes modernas son un tema del día a día, de cómo alguien solamente por buscar una oportunidad en otro país se convierte en un objeto, en una mercancía que es tratada como un tráfico”, afirma.
Sobre los límites que le quedan a Ni mierda pa’l perro, Gallardo asegura que estos dependen de su vida en el escenario.
“Espero poder interpretarlo y llevarlo a los escenarios que pueda mientras esté con la salud y el entrenamiento físico que me exige ese personaje”, finaliza la actriz. 
Funciones
Jueves a sábado, 7:30 p. m. Teatro Ditirambo Galerías. Carrera 23 n.° 50-66, Bogotá. Informes: 300-2341. Boletas:
28.000 pesos.
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