Todos hemos roncado alguna vez y nuestros animales de compañía también lo hacen. Este sonido, unas veces sutil y otras bastante estruendoso, “es una vibración que se genera por el cierre parcial de una vía respiratoria superior como la laringe”, explica Fabio Ramírez Coral, especialista en medicina interna de la Clínica Veterinaria Medicar.
Las razones por las que ocurre son variadas y pueden estar relacionadas con enfermedades, sobrepeso o una mala posición al dormir. “Muchas veces lo que sucede es que las mascotas entran en sueño profundo y su paladar blando se relaja y por eso roncan”, asegura Ramírez. Pero en otras ocasiones puede ser el síntoma de un problema más serio.
Problema de chatos
El bóxer, bulldog francés, el pequinés y los gatos persas tienen en común que son braquicéfalos (o de nariz chata) y esto los hace anatómicamente más propensos a tener problemas respiratorios, y por ende, unos roncadores profesionales. “Algunos presentan el síndrome de los braquicéfalos, con las fosas nasales muy estrechas, el paladar blando muy alargado y pueden necesitar cirugía para poder respirar bien”, comenta Daniel Bohórquez, médico veterinario de la Udca. Aunque este no es el diagnóstico en todos los casos y quizás cuando lo lleve a consulta le digan que es perfectamente normal.
Pero los ronquidos tienen otras causas. Una muy común y que podrá deducir fácilmente es la obesidad.
Al igual que las personas, las mascotas con sobrepeso tienden a roncar con mayor frecuencia. “Ellos acumulan más grasa en el abdomen y en el cuello lo que puede generar el cierre parcial de estas vías respiratorias”, afirma Ramírez. Así que si los ronquidos de su animalito vienen acompañados de unos kilos de más, la solución es dieta, y si puede ejercitarse junto con él será mucho más divertido.
Otra explicación son los medicamentos que esté suministrándole. Los sedantes, relajantes musculares, incluso la valeriana también relajan su paladar blando como en el sueño profundo y los hacen roncar, pero esto debe cesar apenas se retire el medicamento.
Una mala posición
Otro elemento que influye bastante es la postura que adopta la mascota al dormir. “Los perros suelen dormir en posición fetal, de lado, boca abajo con las pata abiertas o boca arriba; es en esta última donde más se presentan los ronquidos”, explica Ramírez.
El roncar también se asocia con las reacciones alérgicas que pueden presentar los animales a sustancias o elementos que olfatean, picaduras de insectos o incluso alimentos que consumen, pero esto no es del todo cierto. “Es una causa indirecta, porque cuando se da una reacción alérgica se pueden inflamar las vías respiratorias, aunque es solo uno de los muchos síntomas que se presentan y no es el que más debe preocuparle”, asegura Bohórquez.
Haga seguimiento en casa
Si los ronquidos se producen por una mala posición de la mascota al dormir, usted mismo puede acomodarla cuando la descubra roncando. Usando almohadas, procure que la cabeza del animal quede más elevada que el resto de su cuerpo. Para este fin las camas redondas con bordes prominentes también ayudan a que la mascota adopte una mejor posición. Esté atento al cambio en los ronquidos, ya que esto puede indicar alguna enfermedad, en el peor de los casos que un tumor está obstruyendo sus vías respiratorias. Por eso si el animal ronca todo el tiempo, incluso despierto, y esto viene acompañado de estornudos, tos y/o problemas para respirar, una consulta con el veterinario será necesaria.
DANIELA FORERO SÁNCHEZ
Redactora de EL TIEMPO