A pesar de no contar con un cartel estructurado, como los que hace 30 años lideraban Pablo Escobar y los Rodríguez Orejuela, “las organizaciones colombianas de tráfico de cocaína siguen teniendo una presencia en Estados Unidos a lo largo de la costa este (Nueva Orleans, Atlanta, Washington, Nueva York y Nueva Jersey)”.
Esa es una de las conclusiones a las que llegó la DEA en una detallada radiografía sobre cómo se mueven las mafias de Colombia, México, República Dominicana y Asia a lo largo y ancho del país norteamericano, para traficar cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas.
Buena parte del informe ‘Valoración nacional sobre la amenaza de las drogas año 2015’ está dedicada a las alianzas que los carteles colombianos han hecho con los mexicanos y dominicanos para transportar cocaína y distribuirla en las calles estadounidenses.
La DEA dice que bandas conformadas por colombianos aún manejan el menudeo en la región de Nueva Inglaterra. “Organizaciones de tráfico colombianas usan la Florida, específicamente Miami y Orlando, como punto de llegada de la cocaína y la heroína proveniente de América del Sur y que es transportada a través del Caribe”, se lee en el documento, de 148 páginas, que se hizo público el mes pasado, como lo informó este diario en su momento.
El informe agrega que la mayor parte de la droga llega al sur de la Florida por diferentes rutas marítimas, en yates y otras naves, o a través de los llamados correos humanos, así como en envíos de carga y aviones privados.
Otra de las ciudades con gran incidencia de la mafia colombiana es Boston, donde estas organizaciones –dice la DEA– reciben su cocaína de carteles mexicanos (como el de Sinaloa y el de Juárez) que se encargan del transporte. Una vez allí, narcos colombianos controlan la distribución.
En el caso de la ciudad de Nueva York, la agencia federal dice que sigue siendo un mercado dominado por narcos colombianos, como lo hacía hace 30 años el cartel de Medellín, del extinto capo Pablo Escobar. Ahí no solo mueven cocaína, sino también heroína.
En el resto del estado, redes mexicanas y dominicanas controlan el transporte de la cocaína, que, en todo caso, proviene de Colombia. De acuerdo con el informe, eso ha limitado la injerencia de bandas colombianas.
En Nueva Jersey, el microtráfico lo manejan bandas dominicanas al servicio de estructuras lideradas por colombianos, que son los dueños del negocio macro. En esa ciudad, los cinco narcos más buscados son colombianos, dos de ellos mujeres. El control lo ejercen por intermedio de pandillas, muchas conformadas por africanos. De acuerdo con la DEA, en Estados Unidos hay al menos 33.000 pandillas, de las que hacen parte 1,4 millones de personas.
Rutas por el Caribe
Si bien las autoridades estadounidenses sostienen que el transporte de la droga lo lideran carteles mexicanos y de República Dominicana, también señalan que algunas organizaciones de nuestro país han logrado mantener el ingreso directo del estupefaciente, sin esos intermediarios.
Esto, a través de rutas por el Caribe. La hipótesis es que la violencia entre carteles que padece México y el aumento de los controles en ese país y en la frontera con Estados Unidos han llevado a las mafias a buscar rutas por República Dominicana y Puerto Rico.
Esa sería la explicación de que el movimiento de droga por el Caribe se haya triplicado en los últimos tres años, sobre todo en buques que salen de Colombia, Venezuela y República Dominicana.
Investigaciones de la Dijín en Colombia arrojan que esa ruta también tiene una versión aérea, usualmente manejada por las bandas de los Llanos Orientales, que pagan millonarios sobornos para tener acceso a pistas en el estado Apure, en Venezuela. Allí los narcos usan rutas por las que envían avionetas con capacidad para mover entre 500 y 2.000 kilos de cocaína, que aterrizan en Centroamérica. De allí, mafias locales se encargan de llevar los alijos a EE. UU.
Sobre el mercado macro de la droga en Colombia, el reporte dice que está dominado por la guerrilla y por las bandas criminales, conformadas por exmiembros de las autodefensas y de los antiguos carteles de Cali, Medellín y el norte del Valle. “Mientras que las bandas criminales están involucradas en la producción y el transporte de cocaína a Centroamérica y el Caribe, las Farc trabajan más con organizaciones de tráfico en México”, se lee en el documento.
No obstante, de acuerdo con la Policía Nacional, tanto las bandas como las guerrillas también prestan servicios a los llamados narcos independientes, que participan en el negocio con diferentes cantidades de alcaloides.
“La cocaína colombiana continuará dominando el mercado de Estados Unidos en el corto plazo. Esto, a pesar de los niveles más altos de producción en Perú”, dice la DEA. De hecho, cita que análisis técnicos concluyeron que el 90 por ciento de la cocaína incautada el año pasado en ese país provino de Colombia. El otro 10 por ciento era de origen peruano.
En ese diagnóstico no aparece aún el aumento de los cultivos de coca en Colombia, que se hizo evidente el año pasado, al pasar de 48.000 hectáreas –que había en el 2013– a 69.000.
ICE y Policía rastrean contrabando del cartel de Sinaloa en Colombia
La DEA ha detectado envíos de dinero “al granel” a Colombia, República Dominicana, Ecuador, Florida, México, Pensilvania, Puerto Rico y las islas en el Caribe. Además de enviar el dinero en efectivo a través de diferentes modalidades, EE. UU. estableció que el cartel de Sinaloa invierte el dinero en compra de ropa proveniente de China para lavar el dinero.
La agencia ICE y la Policía colombiana investigan el ingreso de mercancía de contrabando proveniente de EE. UU. que pertenecería al cartel de Sinaloa y con la que estaría pagando las deudas por el envío de alijos de coca.
Duros del microtráfico
Madre e hija encabezan la lista de los más buscados en Nueva Jersey. Se trata de María Teresa Osorio de Serna, alias Gloria Bedoya o Iris Conde, y de María Victoria Serna Osorio. Osorio de Serna es la única colombiana que está en la lista de fugitivos internacionales de la DEA.
A estas mujeres se les señala de los delitos de tráfico y posesión de cocaína, además de lavado de activos.
En los carteles de los narcos más buscados por las divisiones de seis ciudades de esta agencia aparecen los nombres de 15 colombianos. En la mayoría están al lado de mexicanos y centroamericanos.
En Nueva York, en total son cuatro los colombianos buscados. Entre ellos está Federico Delima, alias Fico, de 69 años. En los Ángeles aparece Óscar Adolfo Garibelo, alias Óscar Galvis, de 58 años.
JUSTICIA
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