Con actividades artísticas y deportivas, la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) busca prevenir el reclutamiento forzado de menores de edad.
El pasado jueves se dio inicio a la tercera edición del proyecto ‘Mambrú no va a la guerra’, una iniciativa que busca mejorar las condiciones de vida de los niños en distintos municipios del país para evitar que ingresen a grupos armados.
María del Pilar Ruiz, encargada del programa ‘Mambrú’, afirmó que se busca hacer 37 intervenciones en distintos municipios del país que tienen gran incidencia de grupos al margen de la ley.
Desde el año 1998, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha atendido a 5.773 niños que han sufrido reclutamiento forzado.
La primera fase de esta tercera edición empezó el pasado jueves, y se pretende trabajar en la creación de “entornos protectores” para que la calidad de vida de estos niños mejore.
“Queremos dar alternativas distintas a la ilegalidad. Muchos optan por la violencia como un proyecto de vida”, dijo Ruiz.
Desde el 2010 esta estrategia ha impactado a más de 3.100 niños a los que se les han brindado la posibilidad de acceder a programas de teatro, música y distintas actividades deportivas.
“El reclutamiento es la consecuencia de la vulneración de los derechos, en estos niños que no tienen un entorno familiar ni social que dé bienestar”, añadió la directora del programa.
A su vez, el director de la ACR, Joshua Mitrotti, insistió en que la importancia de que proyectos como ‘Mambrú’ estén en el país es seguir “contribuyendo a entender que los factores de riesgo siguen existiendo”.
Por ahora, en el inicio de esta tercera fase se ha instruido a los coordinadores regionales para reconocer las particularidades del territorio.