De la seriedad a la calidez, el blanco y el negro tienen mucho que decir en decoración. Dos colores que a la vez son dispares y complementarios, construyen, en cualquier ambiente, una atmósfera elegante, a la que se pueden incorporar notas de color intensas a través de los complementos (cojines, lámparas, floreros, cuadros, libros, objetos variados).
Pintura, papel pintado, vajillas y textiles permiten ofrecer dos caras de una misma moneda, con mucha versatilidad y nada de aburrimiento.
Por ejemplo, la firma alemana de textil y mobiliario Jab Anstoetz, con su colección Yin&Yang, reinterpreta el blanco y el negro a base de contrastes, en los que, de una manera armónica, hace que interactúen dos tonos con estampados contrapuestos.
La empresa hace una interesante propuesta: sobre un sofá negro y blanco, con un estampado inspirado en la piel de una jirafa o en la de una cebra, combina a la perfección y sin disonancias cojines de puntos y otros rayados con un print de hojas de palma en los mismos tonos.
Las paredes también pueden ser el lienzo para esta inseparable pareja: muros inmaculados contrastan con visillos en negro y repisas sobre las que descansan marcos con fotografías en blanco y negro.
Otra opción es ‘vestir’ el suelo: crear un espacio étnico con pisos en madera negra, una alfombra de pelo en patchwork de distintos tonos, sillas negras y lámpara de techo, de latón en negro, una sobria versión, aunque moderna, que contrasta con paredes y jarrones donde el blanco introduce la nota dominante.
A esta idea de Maisons du Monde, la firma española agrega otra: cómodas antiguas que laca en negro, pero que actualiza aplicando un tono madera en la tapa superior, sobre la que coloca una lámpara de base abombada y dorada con pantalla en negro (foto).
O el papel con rayas blancas y negras que contrasta con las sillas de tapizado en blanco roto y de madera en negro. El suelo en tablones de madera ancha, en tonos claros, acentúa un ambiente elegante, con un estilo muy cosmopolita. El gris puede terciar un poco en este dupla.
Pareja también en la mesa
En la mesa, el negro cobra una nueva dimensión. La combinación de blanco y negro puede venir desde el mantel y las servilletas, hasta la vajilla misma.
Hay muchas versiones en las que predomina el blanco con grafías negras, o todos los implementos en negro con algún toque blanco.
A ellos se pueden incorporar otros complementos de color para hacer de la mesa un lugar variopinto donde picar y degustar excelentes platos.
EFE