Cifras oficiales revelan que los habitantes de la calle y los 'cambuches' se han tomado vías, andenes, puentes, parques y, lo peor, cada vez son más los niños y adolescentes que caen en la droga y acaban en las aceras.
En el centro de Bogotá y barrios como La Macarena o Bosque Izquierdo, ya se les atribuyen robos y parte de la inseguridad. “Vi cuando unos funcionarios del Acueducto eran amenazados con cuchillo por dos habitantes de la calle, solo porque habían recogido algo de basura cerca de sus 'cambuches'”, dijo un residente del sector.
En Veraguas, sur de Bogotá, caminan con tarros de pegante y en zonas industriales hacen 'cambuches' en caños y callejones. El Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idiprón) identificó que entre el 2014 y el 2015 se incrementó la población habitante de la calle menor de 18 años.
La alerta hizo que la Secretaría de Integración Social realizara una caracterización, entre el 18 de agosto y el 19 de noviembre del 2014. En esta se ubicaron 5.062 personas que habitan en estos ‘parches’.
Están en toda la ciudad, pero con mayor número de ubicaciones en Puente Aranda (334). El 45 por ciento de las localizaciones está en Santa Fe, Los Mártires, Teusaquillo, Chapinero, Antonio Nariño, Puente Aranda y La Candelaria. Solo en la segunda fueron ubicadas 798 personas.
Las localidades de Kennedy y Engativá, aunque presentan un alto número de localizaciones, tienen mayor dispersión espacial.
Las que menos presencia de habitantes de la calle poseen son: Usme 1,1 %, Tunjuelito 1,7 %, Fontibón 2,0 % y Ciudad Bolívar 2,1 %.
La Candelaria aparece con 91 personas (1,8 %), lo que implica una alta densidad de habitantes de la calle respecto a su área geográfica, la menor del Distrito.
De las 5.062 personas identificadas, tres cuartas partes llevan más de un año habitando en la calle, 304 pasaron más de un mes pero no más de un año y 88 llevan menos de 30 días.
No hubo censo
Bogotá se quedó sin un censo, como lo había prometido la actual administración, del número exacto de habitantes de la calle. Según seis censos realizados en el pasado y la caracterización actual (2014), esta población ha venido en aumento, con disminuciones ocasionales.
En 1997 se encontraron 4.515 personas que habitan las calles. En 1999, la cifra aumentó a 7.793 y siguió incrementándose hasta el 2001, cuando alcanzó las 11.832 personas. En cuatro años hubo un crecimiento de 7.317 personas.
Para la Secretaría de Integración Social, hubo un claro descenso entre el 2004, cuando se censaron 10.077 personas, y tres años después, en el 2007, se contaron 8.385. Del 2001 al 2007 hubo una disminución de 3.447 personas.
Para el 2011 fueron censados 9.614 habitantes de la calle, lo que equivale a decir que 12,87 ciudadanos habitaban la calle, por cada 10.000 habitantes. De este total se logró realizar contacto efectivo con 8.312 y accedieron a contestar la tarjeta censal. Con las 1.302 personas restantes se hizo un contacto no efectivo y su censo se diligenció por observación.
Resultados
Los hombres ocupan el primer lugar en esta población (88,93 %), les siguen las mujeres (10,95 %) y luego los intersexuales (0,05 %). La mayoría (59,17 %) son de Bogotá; el resto (40,18), de otras ciudades. Valle del Cauca, Antioquia y Cundinamarca son los que más población aportan. El 0,24 % son extranjeros.
De entre 27 y 59 años se identificó la mayoría de los habitantes de la calle, en el último censo. Además, 2.136 comenzaron a vivir en las calle entre los 0 y 5 años.
Drama humano
Muchos habitantes de la calle deambulan con limitaciones para moverse e incluso con problemas visuales.
A esto se le suman altos índices de consumo de drogas. La mayoría consume cigarrillo (2.940), le sigue el de bazuco (2.647) y marihuana (2.194), seguido del alcohol (1.643). Entre las sustancias de menos consumo está la heroína y la cocaína.
Para sostener su consumo y alimentación estas personas buscan (más del 60 por ciento) en el reciclaje una fuente de ingresos. El resto mendiga, o acepta que delinque, vende sustancias psicoactivas o se prostituye.
La violencia los agobia. Este año van 51 homicidios de miembros de esta población. Esta semana, la Secretaría de Integración Social lanzará una política pública que busca reivindicar sus derechos hasta el 2025.
BOGOTÁ