En la sala de su casa, con la convicción de que la sociedad tiende a transformase hacia la igualdad de oportunidades, Patricia Builes, Secretaria de Equidad de Género de Antioquia, habló con EL TIEMPO sobre los logros y retos en estos 15 años que cumple la dependencia.
Para esta mujer, que lleva más de 30 años luchando por los derechos de las mujeres, los grandes obstáculos para el desarrollo de las potencialidades femeninas son el embarazo adolescente y las violencias en la familia.
Por eso, Builes cuenta que desde la Secretaría, además de crear proyectos para combatir esos flagelos, durante esta década y media, el mayor reto ha sido la generación de oportunidades laborales, la educación y el emprendimiento.
La igualdad es el objetivo principal que tiene este despacho de la Gobernación. Recuerda, con indignación, como su madre, que estudió química, no podía conseguir trabajo por el hecho de ser mujer y madre.
Aunque la situación a cambiado, dice Builes, subsisten la falta de oportunidades en el acceso a la educación y a un trabajo digno, además del machismo, la cosificación del cuerpo de las mujeres, y las violencias ejercidas por los hombres.
¿Se ha transformado la cultura machista?
Todavía mantenemos una cultura de sobrevaloración de lo masculino y eso ha sido una gran limitante. La existencia de las políticas para las mujeres ha conllevado a la promoción de estas, para el acceso a nuevas oportunidades.
En la educación primaria y secundaria la brecha se cerró, son más mujeres en el sistema educativo. Muchas mujeres adultas han entendido la importancia de que sus niñas se eduquen y permanezcan en el sistema educativo.
A pesar de que en Antioquia las maestras son el 77 por ciento, esto no ha conllevado la transformación de las prácticas educativas. Tal vez sea porque es ese 30 por ciento de hombres, el que está en las directivas y en los coordinadores. Lo importante es que entiendan qué significa ser mujer y ser hombre, desde un contexto del siglo XXI.
¿Qué pasa en la política?
En las estructuras básicas políticas no se han dado estas transformaciones, pues se mantienen prácticas machistas de las cuales somos portadores hombres y mujeres. Estas se propagan a través de dichos, mensajes, del lenguaje, de las normas, por eso una de las premisas es cerrar las brechas de género que aún se mantienen.
En los cargos de poder hay un déficit de mujeres, debido a obstáculos invisibles que nos impiden llegar a la cúspide. Esto se da también en la representatividad política. Por ejemplo, logramos 10 alcaldesas en 125 municipios, aumentamos en 6, pero sigue existiendo una brecha muy amplia.
A nivel de los concejos municipales, aumentamos con 41 cargos o curules. De 241 pasamos a 281. Allí es en donde mejor se expresan estas prácticas machistas de sobrevaloración de lo masculino.
¿Cómo estamos en cuanto al acceso al trabajo?
Las mujeres en edad de trabajar encontramos grandes limitantes para el acceso al empleo. La brecha es de 15 puntos porcentuales. Además, cuando están empleadas, los salarios son más bajos que los de un hombre. Cuando son profesionales hay una brecha salarial del 20 por ciento, así tengan el mismo grado y experiencia.
¿Han disminuido las violencias?
Esta es una gran pandemia que afecta a miles de mujeres de todo el mundo. Así hayamos mejorado nuestro nivel educativo hay barreras frente a las discriminaciones y violencia, que se expresa con el asesinato.
Los mayores perpetradores de la violencia son sus parejas y sus exparejas. En este año fueron 143 las asesinadas, lo que resulta revelador es que estamos igual con respecto al mismo periodo que el año pasado.
Ahora, lo que sí hemos hecho es lograr poner en el debate público el tema de la violencia cometida por razón del género, pues antes eran solo querellas o asesinatos pasionales.
¿Qué se ha logrado en el desarrollo de las mujeres?
Pasamos de la concepción de mujeres como beneficiarias a la mirada del desarrollo. Por eso nos centramos en el programa ‘Mujeres Sin Miedo’, que logró que los municipios dieran importancia a la participación.
También reconocimos que existen problemáticas que limitan el desarrollo de las mujeres: el embarazo adolescente y las violencias contra las mujeres.
Entonces, creamos el plan departamental de embarazo adolescente ‘Sol Y Luna’, que está presente en 107 municipios. De esta forma, rebajamos 5 puntos en la tasa del embarazo adolescente. Somos ejemplo a nivel mundial.
¿Por qué el énfasis en los talentos de las mujeres?
Reconocimos que es necesario generar oportunidades para la potenciación de las cualidades de las mujeres, así que desmontamos esa cultura de reinados de belleza y propusimos ‘Mujeres Jóvenes Talento’, como un reconocimiento por sus capacidades e inteligencia.
En este han participado 120 municipiosy 3.444 jóvenes. Además, logramos que 80 municipios dejaran de hacer concursos de belleza.
Está también la Escuela de Entrenamiento político para Mujeres, por donde pasaron 6 de las alcaldesas electas en Antioquia, además de la Escuela Busca a La Mujer Adulta, donde 2.164 personas han participaron.
¿Qué retos afronta la nueva administración?
Logramos la actualización de la Política Pública de las Mujeres, que va dirigida a las transformaciones de la cultura. Esta contiene el plan de igualdad de oportunidades para las mujeres a cinco años, que obliga al próximo gobernador a implementar las distintas acciones estratégicas.
Necesitamos que desde las empresas, los medios y el sector educativo se procuren acciones de renovación de nuevos hombres y mujeres. El proceso de paz implica la transformación de esas relaciones de poder, para rescatar prácticas y estrategias. Tenemos una deuda histórica y necesitamos entregar un país más amable, más amoroso.
Lo que faltó según los colectivos de mujeres
Para Sirley Ciro, de la Red Colombiana de Mujeres Por los derechos Sexuales y Reproductivos, lo que ha hecho falta en estos 15 años de gestión de la Secretaría es concretar propuestas frente a la seguridad de las mujeres del departamento.
“No existe un acompañamiento jurídico y psicológico a las mujeres víctimas de la violencia. Debe comprometerse en un mayor presupuesto para hacer frente a esto”, dijo la líder.
Por su parte, Teresa Aristizábal, de la Ruta Pacífica de la Mujeres, señaló que a la dependencia le quedó faltando una gran apuesta territorial, que cubriera cada municipio con proyectos y planes de desarrollo para las mujeres.
“Hay que darles lugar de trascendencia a la ruralidad, a las mujeres campesinas y afrodescendientes. Sobre todo hacer énfasis en las violencias, en la promoción de la Paz y el desarrollo”, agregó la activista, que lleva más de 40 años en la defensa de los derechos de la mujer.
PAOLA MORALES ESCOBAR
Redactora de EL TIEMPO
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