¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Carlos Granada: pincel de irreverencia y audacia

La galería Lamazone reúne cinco décadas de trabajo del artista tolimense, que murió en febrero.

CARLOS RESTREPO
Al artista tolimense Carlos Granada, fallecido en febrero de este año, nunca le tembló la mano para acabar de un plumazo con la obra de alguno de sus alumnos que no supiera comunicar un sentimiento.
“Era una persona muy analítica, reflexiva, con una fuerza vital descomunal, con un carácter muy fuerte, pero al mismo tiempo de una gran dulzura, ternura y sensibilidad con la gente. Realmente era un humanista”, comenta su hija, la artista Natalia Granada.
Natalia, radicada desde hace varios años en España, regresó por estos días al país, para el montaje de la muestra ‘El color de la vida, el color de la muerte…’, en la galería Lamazone, que reúne cinco décadas del trabajo artístico de su padre.
“Él les enseñaba a sus alumnos a ser libres, fuertes y audaces. Quería que la gente encontrara el sentido de la mirada”, anota su esposa, la también artista Silvia Ramírez Ocampo.
Agrega que no era el tipo de maestro obsesionado con enseñar la preparación de la mezcla o el terminado del color. “Se concentraba más en el problema conceptual. En cómo tenía uno que sentir la pintura, para liberarse. Y uno creía que eras libre y resulta que cuando él te confrontaba, te dabas cuenta de que no era así”, comenta su esposa.
Madre e hija, que también fueron sus alumnas, supieron lo que era tener un profesor con un carácter tan fuerte, presente también en la impronta de su trazo, en especial en las temáticas que lo obsesionaron: la vida, la muerte, lo social y el erotismo.
Granada había nacido en Honda (Tolima), en 1931, y se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional, a mediados del siglo pasado. Luego se vinculó a ella como profesor durante más de tres décadas, a su regreso de España, en donde estudió muralismo en la Academia de San Fernando.
Llegó a ser director del Departamento de Bellas Artes y del Museo de Arte Contemporáneo, así como profesor emérito del mismo plantel educativo. Luego se vinculó a la Universidad Jorge Tadeo Lozano como decano de la facultad de Artes.
En una oportunidad, Natalia cuenta que asistió como visitante a clases de arte en la Nacional. “Todos los profesores eran los amigos de mi papá, que conocía desde pequeña. Yo estaba empezando a trabajar una cabeza en barro, en clase de escultura con uno de ellos, cuando de pronto mi papá llegó, cogió un palo y me la destrozó”.
Carlos Granada hizo parte de una época del arte nacional que llegó a alcanzar su reconocimiento de manera tardía, como le pasó también a otros artistas cuestionados como Débora Arango o Norman Mejía. Quizás por sus temáticas, por sus posturas políticas o porque no hacían parte del establecimiento.
“Fue una época que no ha sido reconocida, ha sido borrada, porque como este país no tiene memoria, y como concretamente mi padre no le hizo ningún juego al mundo comercial, pues realmente trabajó con muy pocas galerías”, anota su hija.
Por su parte, su esposa agrega que esas posturas férreas contra el poder y esa sensibilidad social tan presente en la obra de Granada fue fruto de una infancia marcada por la violencia del Tolima y el ‘Bogotazo’, que vivió de cerca.
“No hay obra de Carlos Granada que no esté marcada por ese estremecimiento, por la indignación ante el sufrimiento de un pueblo, ante las aberraciones del poder, por la necesidad de manifestarse frente a los monstruos de la sociedad y de la historia. Su obra no quería complacerse en las filigranas del color y en las armonías de la forma, era tormentosa, experimental, incendiaria, quería saltarle al espectador como un tigre, quería estremecer, quería provocar reacciones”, concluye su amigo William Ospina, en un escrito con motivo de su partida.
¿Dónde y cuándo?
Hasta el 27 de enero del 2016. Carrera 3 n.° 63-58, Bogotá. Teléfono: 347-9629.
CARLOS RESTREPO
Cultura y Entretenimiento
CARLOS RESTREPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO