La cifra corta el aliento: hasta ahora, la saga de ‘Los juegos del hambre’, la exitosa franquicia cinematográfica basada en los libros de la escritora Suzanne Collins –un fenómeno mundial que tiene enganchados a los adolescentes del planeta–, ha alcanzado en taquilla la escalofriante cifra de 2.300 millones de dólares. La cuarta y última entrega, ‘Sinsajo 2’, llega este jueves a Colombia precedida de una fiebre que promete elevarla a los altares de las películas más aclamadas. Y no es difícil que lo consiga.
En esta ocasión, la distopía que propone Collins en su obra se cierra con una batalla épica entre Katniss Everdeen y el presidente Snow, el artífice de una dictadura que oprime a los ciudadanos y los obliga a luchar por sus vidas en los llamados ‘Juegos del Hambre’.
Berlín, la monumental metrópoli germana, sirvió de escenario para algunas de las más cruciales batallas que deberán dar la heroína de la saga (Jennifer Lawrence) y sus correvolucionarios, Peeta Mellark (Josh Hutcherson) y Gale (Liam Hemsworth) contra la tiranía del Capitolio y Snow (Donald Sutherland).
Durante la pasada primavera y por espacio de un mes y medio, el reparto completo de Sinsajo 2 se trasladó a vivir en la capital alemana y convirtió el antiguo aeropuerto de Tempelhof y los alrededores del antiguo centro de convenciones, Messegelende, así como una central eléctrica abandonada en los núcleos del momento concluyente de la historia.
Precisamente por el papel protagónico de Berlín en el final de la saga, los productores escogieron a la ciudad como sede del estreno mundial el pasado 4 de noviembre en el palacio de cine Cinestars, en el centro de la capital alemana.
¿Por qué Berlín?
Un día antes, durante la exhibición de la cinta para la prensa y el encuentro con el elenco, a los que EL TIEMPO fue invitado, el director, Francis Lawrence, contó detalles del filme. “Nos estaba resultando muy difícil encontrar locaciones para las cruentas batallas que tenía que dar Katniss. Necesitábamos lugares con atmósfera real e histórica, gigantescos, pero no al aire libre. Tenía que ser algo que combinara lo antiguo con lo futurista y careciera o tuviese muy pocas puertas y ventanas. Entonces, alguien nos habló del antiguo aeropuerto berlinés de Tempelhof, que, como lo sabrán los conocedores de Historia, fue construido por los arquitectos nazis, como puerta de entrada y salida de Germania, la capital de lo que habría sido el imperio Nazi. Ese aeropuerto es uno de las pocas edificaciones que aún se conservan de esa era. Su arquitectura monumental, gélida, intimidante, aplastante, dio la talla perfecta para situar al Capitolio, visto desde una nueva perspectiva”, dijo el director.
Antes de despedirse de la prensa para salir a la alfombra roja de Berlín a firmar autógrafos y con una expresión en el rostro menos alegre que al comienzo del encuentro con los periodistas, Jennifer Lawrence dejó saber que no era fácil para ella decirle adiós a esta etapa de su vida en permanente contacto con la piel y los sentimientos de Katniss y la compañía de los otros actores de la saga. “Por supuesto que al comienzo de esta aventura, cuando acepté personificar a Katniss no conté con tanto estruendo y tanto sobresalto en torno a mi persona. Tampoco calculé que me iban a resultar más difíciles de interpretar las escenas de lucha que las emocionales. Sin embargo, el tiempo invertido aquí ha sido precioso. Me ha dado una nueva dimensión de mi capacidad actoral, me ha tocado como persona. No me resulta fácil dejar, para siempre, ese mundo y menos a mis compañeros, que entre tanto, se han convertido en mis amigos” declaró la actriz con los ojos muy fijos, clavados en el horizonte.
PATRICIA SALAZAR FIGUEROA
Corresponsal de EL TIEMPO
Berlín.