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Las EPS le deben $ 200.000 millones a hospital de Soacha

Único centro médico de IV nivel, el Cardiovascular del Niño, exige pagos atrasados hace 5 años.

EL TIEMPO
Tienen 300 camas, helipuerto y ocho salas de cirugía. Atienden unos 300.000 pacientes al año y tienen 2.500 empleados directos, pero las EPS dejaron de pagarles hace cinco años por los servicios prestados.
El hospital Cardiovascular del Niño de Cundinamarca, en Soacha, sur de Bogotá, hace gimnasia financiera para mantener todos sus servicios y especialidades abiertas –que lo convierten en el único de IV nivel en el municipio–, a pesar de la deuda de $ 200.000 millones de las entidades promotoras de salud (EPS). Exigen medidas inmediatas para evitar la crisis.
No solo son el más especializado, si no que son el único de su talla para los 500.000 soachunos. “También recibimos remisiones de hospitales de Bogotá”, explicó Ciro Olaya, presidente de la junta directiva del hospital.
Pese a que el hospital no está aún en una situación económica deficitaria, ni siquiera cerca de una liquidación, Olaya insistió, en entrevista con este diario, en que “si el Gobierno no paga o no nos presta, nos pondrá en una situación de urgencia dentro de 6 u 8 meses”.
Y Olaya insiste en que han “llamado varias veces al día al ministro de Salud, pero no nos atiende”. Quieren contarle que las EPS del Estado les deben $ 85.000 millones, que las liquidadas son responsables por otros $ 40.000 millones que dejaron de pagar hace 5 años y que los pacientes que no pagan nunca lo que deben dejan un hueco de $ 18.000 millones anuales.
Aun así, no renuncian a la vocación de atender población vulnerable, tanto del régimen subsidiado como del contributivo. Por tratarse de un municipio con el 44 por ciento de la población en estrato 1, y el 33 por ciento en estrato 2, han mantenido unas tarifas que llegan a estar casi 40 por ciento por debajo de las de otros centros asistenciales de Bogotá de su misma categoría.
Además, los fenómenos de violencia han incrementado la demanda por servicios de urgencia en los últimos años.
Las soluciones
Este hospital está concesionado a un grupo de privados, por lo que deben pagar impuestos cuyo costo asciende a los $ 12.000 millones anuales. “Prestamos un servicio público y garantizamos un derecho fundamental; deberían aliviar esa carga”, insistió.
Pero el aporte fundamental es que la Nación vigile los pagos de las EPS para que se pongan al día.
También creen que las patologías de alto costo estén reaseguradas para prevenir sobrecostos y que debe haber una georreferenciación de pacientes, para que se atienda prioritariamente a los que viven cerca. “Así acaban las rutas de la muerte a hospitales lejanos”, agregó el directivo.
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