¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Júbilo prematuro y desmedido

El problema de seguridad en México no se resuelve con la legalización de la droga.

Sergio Muñoz Bata
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de México que permite que cuatro personas puedan fumar marihuana en su casa ha causado enorme júbilo entre los promotores de la legalización de la hierba. El fallo dicta que prohibir el consumo de la marihuana es inconstitucional y afecta derechos fundamentales de las personas.
Paradójicamente, los cuatro agraciados podrían cultivar y consumir la droga con fines recreacionales si de manera ilegal obtienen la semilla de la planta, siempre que cuenten con el consentimiento de los adultos presentes y donde no haya menores de edad.
Los promotores de la legalización han anunciado que impulsarán más casos legales individuales, hasta sentar la jurisprudencia que eventualmente conduzca a la despenalización del consumo y obligue a las autoridades a legislar sobre el tema.
Desafortunadamente, este tipo de maniobras legales ignora deliberadamente a la ciudadanía en un asunto de política pública, y en este sentido es profundamente antidemocrática.
A diferencia de Estados Unidos, donde la legalización ha partido de una consulta ciudadana, en México no ha habido ni debates ni voto de la ciudadanía. ¿Por qué? Porque el 80 por ciento de la población no quiere legalizar ninguna droga. En toda América Latina, no hay un solo país donde la gente apruebe la legalización de las drogas. En Uruguay, el expresidente José Mujica decidió la legalización, sin importarle que casi siete de cada diez uruguayos estaban en contra.
Tampoco comparto el argumento de que con la legalización de la marihuana se les dé un fuerte golpe a las finanzas de los carteles de la droga. Evidentemente, tendría algún efecto, pero no mayor, pues la marihuana representa solo una mínima parte del ingreso de los carteles. Los efectos financieros se sentirían, quizá, si se legalizaran la cocaína, la heroína y las metanfetaminas, que son las que mayores ingresos generan. Pero, aun en este caso, resulta ingenuo pensar que los grupos criminales se quedarían cruzados de brazos y abandonarían su carrera criminal en vez de incrementar sus ingresos con la extorsión, el secuestro, el robo y otros delitos.
Respecto al argumento de que con la legalización de la marihuana se reduciría la violencia, expertos en el tema como Alejandro Hope sostienen que “el consumo no genera violencia”, y la violencia que surge de la guerra entre los carteles probablemente se reduciría un poco en los estados donde se concentra el cultivo de la hierba y mucho menos en el resto del país.
Otra complicación que enfrenta el proyecto de legalización en México es el de su implementación. En Estados Unidos, donde 23 estados han aprobado algún tipo de legalización porque así lo ha exigido el voto mayoritario de los ciudadanos, ha habido serios problemas de implementación del mandato popular en muchos de ellos. En Montana, donde los votantes aprobaron la legalización de la marihuana con fines medicinales hace diecinueve años, hoy la legislatura local sigue batallando con las reglas que deben regir su comercialización. Otro tanto ha sucedido en California y en Michigan. En el estado de Washington, la regulación inicial tuvo tantos errores que posibilitaba a los niños comprar marihuana con fines medicinales.
¿Puede un país como México, donde el Estado de derecho se aplica de forma intermitente y las instituciones gubernamentales son débiles, elaborar sistemas de regulación de cultivos, distribución, comercialización, transportación, venta y consumo de la marihuana?
El problema de seguridad en México no se resuelve con la legalización de la droga, sino con la reforma integral de sus instituciones policiacas, judiciales y carcelarias, y con una implantación estricta del Estado de derecho que elimine la impunidad.
Sergio Muñoz Bata
Sergio Muñoz Bata
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO