En el Sistema General de Regalías se destaca la creación de los OCAD - Órganos Colegiados de Administrativos y Decisión - que tienen a su cargo funciones primordiales para el funcionamiento del esquema de regalías vigente y de su ciclo, especialmente en relación a la destinación de los recursos con cargo a los Fondos de Compensación Regional, de Desarrollo Regional, de Ciencia Tecnología e Innovación y de las asignaciones directas.
Dichos órganos son los responsables de definir los proyectos de inversión con cargo a los mencionados fondos, así como evaluar, viabilizar, aprobar y priorizar la conveniencia y oportunidad de financiarlos, como también de designar al ejecutor. Todo lo anterior responde a un nuevo modelo de repartición de los recursos de regalías donde la decisión sobre la destinación de recursos se toma de manera conjunta entre varios niveles territoriales.
Es enorme la tarea y la responsabilidad de estos organismos que se asimilan a una junta de decisión, pues, en el fondo de la problemática, está la reflexión sobre cuáles son los beneficios que un Estado frente a la explotación - entiéndase extracción o destrucción en tanto consumo - de sus recursos naturales que tienen la característica de no ser renovables, esto es, que nunca los vamos a recuperar.
A nuestro parecer, el nuevo esquema se acerca al verdadero significado que debe tener una decisión sobre la destinación de éstos recursos que destruimos y que bajo el entendimiento actual de la situación, no pertenecen a ninguna entidad y su administración está en cabeza del Estado colombiano como ente que representa a todos los colombianos, presentes y futuros.
Por ahora, debe señalarse, que el sacrificio a la autonomía de las entidades adoptado por el poder constituyente constituido del año 2011, válido y aceptado por la Corte en Sentencia C 010 de 2013, comienza a dar resultados, al menos en cuanto a información.
Pese a lo anterior, queda pendiente la revisión sobre el destino de estos recursos y especialmente la reflexión sobre quién debe tomar esa decisión. A mi juicio y de forma general debe ser un órgano de representación popular o incluso el mismo pueblo. Por ahora, la clave para el buen entendimiento de la regulación actual del Sistema y para las tomas de decisiones por parte de los OCAD debe consistir en comprender que estos recursos corresponden al patrimonio que heredamos y heredaremos.
Son nuestro mayor baluarte en cuanto a posición geofísica y su gestión debe responder a un ejercicio de planeación a largo plazo, esto es, intergeneracional, donde las decisiones que se tomen deben pensarse también a partir de la situación de los colombianos y colombianas que están por nacer quienes deberían ser los principales beneficiarios de dichos recursos.
ANDRÉS ESTEBAN ORDÓÑEZ PÉREZ
Docente de la Universidad Externado