En medio de coros y aplausos por parte de miembros de indígenas, Feliciano Valencia fue transferido al resguardo munchique los tigres, un centro de armonización, como llaman los indígenas nasa del Cauca a sus sitios de detención, para que pague 18 años de cárcel, condena impuesta por haber retenido a un cabo del Ejército y castigarlo con fuete.
"Feliciano no es violencia, Feliciano es resistencia", coreaban los seguidores de este líder indígena que se encontraba en la cárcel de Santander de Quilichao. La caravana partió en tres vehículos, los cuales se movilizaron durante una hora, hasta el resguardo.
Allí fue recibido con alegría y abrazos. Valencia pagará en el resguardo Munchique Los Tigres la condena de 18 años que le impuso Tribunal Superior de Popayán por el fuete y retención al cabo Danilo Chaparro, quien fue castigado al ser visto como un infilitrado del Ejército en una manifestación de los nativo en el 2008.
Los indígenas sostienen que Valencia no es un criminal, pero el Tribunal le impone una pena más larga que a cualquiera de los paramilitares que usaron motosierras y fusiles para asesinar a nativos y campesinos en el país.
El fallo del Tribunal fue apelado y su estudio corresponderá a la Corte Suprema de Justicia.
El abogado Miller Hormiga expuso que el Juzgado Primero Penal Especializado de Popayán concedió el traslado de Valencia a un centro en zona rural de Santander de Quilichao, en el norte del Cauca. Agregó que la Procuraduría estuvo de acuerdo y la Fiscalía no se opuso, pero un abogado representante de las víctimas apeló la decisión y el caso pasó a estudio del Tribunal, que aceptó la petición.
IVÁN NOGUERA
Enviado especial EL TIEMPO