Ante la necesidad de que los empresarios colombianos puedan enfrentar con más fortaleza, en los mercados de todo el mundo, a negocios de otros países, Colombia debe concentrarse en mejorar la educación y tener un régimen de impuestos que atraiga la inversión.
Así lo señala Idris Jala, miembro del gabinete ministerial de Malasia y presidente ejecutivo de Pemandu (Performance Management & Delivery Unit), y agrega que se debe identificar qué proyectos tienen más impacto en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), para sacarlos adelante.
Jala intervino en el lanzamiento del Informe Nacional de Competitividad 2015-2016, del Consejo Privado de Competitividad, y habló así con EL TIEMPO.
Según el informe, Colombia debe mejorar, entre otros, en logística, política comercial y mercado laboral ¿Qué debe hacer el país para trabajar en estas áreas?
Creo que lo primero que debe hacer es asegurarse de estudiar las brechas. El Foro Económico Mundial vio 13 pilares y en cada uno de ellos la posición de Colombia se muestra con respecto a lo ideal en un mapa tipo araña. Con base en esto hay que ver cuáles son las medidas que se deben tomar para cerrar cada una de esas brechas. Hay áreas que se identificaron aquí, en estas charlas, como la educación, la gestión del talento humano y también es importante que el régimen tributario sea atractivo para los inversionistas.
¿Cuánto tiempo puede durar el proceso para que un país se vuelva competitivo?
Cuando nosotros comenzamos, hace cuatro años, en Malasia, probablemente éramos el número 25 y cada año hemos mejorado, es decir que ahora ya vamos en el puesto 18 del mundo, y ustedes también pueden ver la mejoría de Colombia, que ha avanzado del 69 al 66, así que es posible hacerlo, pero para ello es importante que el Gobierno junto con el sector privado trabajen de la mano. No puede ser ninguno por sí solo.
¿Cómo lo lograron ustedes?
Una cosa muy importante que hicimos fue tomar un enfoque vertical (escogimos 12 sectores principales, entre ellos petróleo y gas, palma de aceite, turismo, servicios financieros, etcétera) como el motor clave, y luego vimos cómo trabajar con el sector privado y teníamos laboratorios que duraban ocho semanas con representantes de cada sector, en reuniones con el Gobierno, y decíamos en chiste que los metíamos en el salón y botábamos la llave, para que en ese lapso nos dijeran cómo iban a mejorar y cómo iban a entregar resultados, y en esas discusiones, las acciones que iba a emprender el sector privado en sus diversas áreas, así como las del Gobierno. Luego de los laboratorios le contamos a Malasia: “esto es lo que vamos a hacer”, así que somos responsables de rendir cuentas y ser responsables por mostrar resultados. Al final de año hicimos un informe para decirle al público qué se logró y qué no. Y cada ministro tiene una calificación, pública en internet.
¿A qué debe apuntarle este país para ser más competitivo?
Yo creo que deben comenzar por identificar los sectores económicos clave, los más importantes, para luego, en mi opinión, hacer estos laboratorios con personas del sector privado y del Gobierno para reunirlos ocho semanas y después hablar en profundidad, charlas de donde esperan que salgan tres cosas: identificar los proyectos que van a aumentar el PIB del país, los que van a traer inversión y, en los mismos, cuántos empleos van a crear y que paguen bien. Con esos tres nortes claros, ya se les puede preguntar al sector privado y al Gobierno qué pueden hacer para asegurar que esos proyectos se implementen. Al hacer eso hay un resultado, que es la mejora de la competitividad.
¿Cuál es el mensaje que usted trae para el país?
Tengo tres mensajes: primero, deben tener mucha claridad sobre las prioridades para los sectores económicos. Segundo, que el sector privado y el Gobierno deben trabajar juntos para identificar proyectos que aumenten la inversión, el empleo y contribuyan al PIB, y luego en el proceso de implementarlos se mejorará la competitividad.
¿Cuál es su percepción de Colombia?
Este país tiene un inmenso potencial. Yo vine aquí hace 25 años y conozco la diferencia entre ese momento y ahora. Han progresado mucho, pero aún creo que pueden hacer mucho más. Veo gente tan preparada que el problema no es de talento. En mi opinión, según lo dicho por el presidente Santos, es muy importante darles cierre a los 50 años de conflicto armado, porque allí se abrirá un nuevo capítulo de crecimiento y de prosperidad.
ALEJANDRO RAMÍREZ PEÑA
Redacción Economía y Negocios