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Lío por alimentar gatos en unidad residencial en Cali

Sara Salinas, quien alimenta unos gatos, denuncia que ha sido amenazada.

CALI
Una discusión por el cuidado de alrededor de seis gatos, ahora tiene una denuncia por supuestas amenazas interpuestas ante la Fiscalía por uno de los protagonistas de esta historia.
Todo empezó en noviembre del 2014, cuando Sara Salinas, quien hace 28 años reside en esa unidad en el sector de Alférez Real, llegó de vacaciones y se enteró de las disposiciones en el conjunto residencial.
Semanas atrás ella recibió una carta, sin firma, donde, según ella, se leen amenazas desde “la vamos a sacar de la unidad”, hasta “le echaremos ácido”.
Ella no tiene claridad de dónde procede ese mensaje.
En una carta del pasado 6 de octubre, el comando de la Estación de Meléndez, en cabeza del capitán Andrés Guillermo Bustos Molina, asegura que: “Es necesario que se extremen las medidas de seguridad de autoprotección en sus desplazamientos de Alberto Tarapuez Palma (esposo de Sara Salinas) y en especial en su lugar de trabajo”.
“La Fundación de los Gatos del Ferrocarril nos han colaborado con la obtención de un lote en el corregimiento de El Carmelo, donde serán trasladados los gatos. La amenaza me obligó a pedir protección de la Policía y elevar la denuncia ante la Fiscalía”, asegura Salinas. Ella, con otros defensores de los gatos, han tenido diferencias con residentes que consideran que no se reúnen las condiciones para que esos animales circulen libremente. Tampoco se han puesto de acuerdo con el administrador de la unidad, que se remite a normas de propiedad horizontal y políticas de convivencia.
Salinas dice que pesar de que los tres gatos no son sus mascotas, “es muy doloroso no compadecerse con estos animales que tienen sed o hambre, el anterior administrador hasta me ayudaba con la comida”.
“A esta situación se le ha tratado de dar manejo a través de empresas protectoras de animales y la autoridad interna de la unidad. La verdad es que son gatos sin dueño, permanentemente hay unos seis, pero en constante rotación se pueden ver unos 11 por la unidad”, respondió días atrás el administrador de la unidad.
La situación, que ha pasado por cartas, derechos de petición e instancias legales, se agudizó cuando, según las vecinas, se instalaron unas jaulas con las que se planeaba capturar y entregar a Zoonosis a esas mascotas.
Elizabeth Castillo, directora de Zoonosis, aseguró que la discusión que estos vecinos enfrentan debería ser llevada ante la Secretaría de Gobierno, puesto que todo ha trascendido a un problema entre vecinos, el cual hace mucho dejó de comprometer solo a los felinos. “Nosotros hacemos un control de tenencia de las mascotas. Si el animal cumple con todo lo que deben cumplir (castración, vacunación), no tenemos por qué quitarle a su mascota”, asegura la funcionaria.
Sin embargo, anotó que el hecho de que una de las residentes esté alimentando a tres gatos no quiere decir que sea su dueña y puede ser un acto no responsable con la tenencia.
En agosto de este año, 50 gatos que habitaban en las antiguas bodegas de la Licorera del Valle, marcaron el debate, ya que la Fundación de Gatos del Ferrocarril denunciaron que directivas de la Licorera querían sacrificar a los gatos, lo cual fue desmentido.
En enero, ciudadanos repudiaron a través de redes sociales, el maltrato a felinos durante unas fiestas celebradas en Tuluá, en el centro del Valle.
A Zoonosis se reportan, a diario, por lo menos dos casos de conflictos entre vecinos por la tenencia de mascotas, los que terminan por resolverse en instancias como los Juzgados de Paz.
Para sacarlos les ahogaron perros
La junta directiva de Pazanimal denunció en las últimas horas que desde junio de este año miembros de esa organización han sido amenazados de muerte. “Hemos recibido amenazas y ataques, quieren tomarse el predio que tenemos en Dagua para construir unas viviendas”, aseguran voceros del grupo.
Según las denuncias, las personas que quieren apoderarse del terreno han ahorcado a dos perros, asesinado a 19 gatos, además de la destrucción y robo del hábitat de las aves que permanecen en ese lugar. La denuncia ya se encuentra en manos de la Fiscalía y las autoridades del municipio. De acuerdo con los miembros de Pazanimal, la situación también está en conocimiento de las autoridades.
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